Acabo de descubrir que ya no me
interesa la política, (quizás, nunca me interesó del todo) ni la opinión de los
“grandes”, y rancios gurús que rebuscan en sus basuras… Ya no me interesa lo
que sucede en el mundo, ni la mal llamada “cultura”… ni el medio ambiente ni la
economía, ni mucho menos los problemas de la sociedad y la mujer… ni lo relativo
a los hombres… Estoy intelectualmente… casi cadáver. ¡Qué asquito me da todo, en
general!. Las noticias, como todas las miserias humanas, son recicladas. El
hambre, la violencia, la religión, el machismo, el capitalismo salvaje y tantos
y tantos etcéteras son la eterna serpiente enroscada a los costados del mundo
que se muerde la cola estrangulando la realidad sistémica. ¡Algo qué para un
servidor ya carece absolutamente de valor!. Es más… cualquier ONG de las que
conocemos… de esas que luchan contra el hambre, por los refugiados, por los
derechos de los animales, los derechos de la mujer, o de los niños… están…
absolutamente podridas… Mal dirigidas, mal gestionadas, infestadas de
idealistas idiotas, y… “dirigentes” que no son precisamente, románticos
adalides de la solidaridad. Y no me interesa… ni las posibles “excepciones” que
sean, ni los “cientos de miles” de buenas personas que se estén partiendo el culo
por esos “mundos de Dios”. No quedan ya ideologías aglutinantes del pensamiento
político-social. No ha existido nunca un centro político. Hay un
enfrentamiento derecha-izquierda… que sólo es un maniqueo juego que confronta
al bien contra el mal, y en ese solaz falsario, la religión arbitra sus
“dogmas” como lo hace la economía… o la ciencia.
Pongamos como
ejemplo ese certificado que emite La Fundación del Real Madrid por cada
donación para la desgravación fiscal… ¡Yeah… qué viva el altruismo!. Y que
vivan los cepillos bien repletos de las colectas de las iglesias de alto
copete… y también los hits solidarios de la televisión con sus celebrities
premiun. Y convendría saber que una fundación no es una asociación al uso ni es
una sociedad limitada… pero que lo parece. Lo que significa sin entrar en
vericuetos legales ni en jerigonza fiscal, simplemente, que hecha la ley hecha
la trampa, y “requetehecha” la suerte. Y no hablo de que una fundación sea
precisamente un negocio rentable para canalizar un enriquecimiento personal…
que no lo es… la trampa es otra. La del hambre rentable, la de la violencia
práctica, la de la hipocresía religiosa, la del machismo beneficioso… la de ese
capitalismo salvaje… sumamente provechoso. Para los clubes de fútbol que todos
sabemos, los programas de televisión que nos imaginamos… para limpiar
conciencias… demasiadas, conciencias. Pronto… muy pronto, empezará la Campaña
de Navidad de cientos de “oeneges”… y con ella, los cientos de “gilipollas”
voluntarios que revolotean al personal y la “publicidad visceral” de ciertos
“pájaros” que no se sabe bien si son grajos o palomas. El bien y el mal… que
como lo blanco y lo negro, es tintura de grises. Que cada cual obre en
consecuencia… La solidaridad de ONG es como la salida de misa de los domingos…
todos los feligreses salen “inmaculados” de la solemnidad, pero cuantos de
ellos son unos perfectos hijos de la grandísima puta para sus semejantes, y
“hermanos”… ALGDGADU FAM GTT Un
SSU VM