Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

Andamos perdiendo el sentido del humor


Primero se perdió el sentido común… (el menos común de los sentidos) y andamos perdiendo el sentido del humor, más que nada, porque el personal tiene cada vez la piel más sensible. El último colectivo, posiblemente… que se resiste impertérrito a los chistes que puedan hacer de él es el de los hombres heterosexuales blancos sin aparentes defectos físicos ni psicológicos no vegetarianos… futboleros y madridistas de más de cincuenta nacidos en los “felices” sesenta del pasado siglo XX. Somos inasequibles al desaliento. Porque no hagas un simple chascarrillo que incluya una sombra sin Grey del “eterno femenino” que se puede montar canina… Ni hagas humor tibio del colectivo LGBTplus… que te montan un expolio que no veas tú… y mucho menos se te ocurra meterte con el colectivo gitano, o… inmigrante… que alguien desde su sofá by skyNews te tildará de facha, (porque de ciertas cosas no se puede hacer humor) con su cachaza izquierdista tuitera patrocinada por Monster Energy. No se puede hacer humor animalista… en general… ni de caballos, ni de perretes… y Dios te libre… de gaters… tampoco de toros, salvo que el banderillero salga corneado por el morlaco por los cuatro costados… o… dos al menos. No digo yo que haya que descender a los infiernos “jurásicos” de los chistes de Arévalo. Algunas cosas están superadas, gracias a Dior. Claro que tiene cojones escuchar algunas chorradas que le “incomodan” a la borreguna inteligente presuntamente… tanto, como civilizada. Veáse…
… un chiste políticamente incorrecto sería: ¿Qué es lo más cruel del mundo?... Darle una cuchilla de afeitar a un ciego y decirle que es una armónica. Ya lo sé… es ofensivo para la dignidad de la comunidad invidente, y sobre todo para esa masa “militante” cool style. Y sé que es de perogrullo… pero, ¿qué sería eso de “humor negro políticamente correcto”?: Jugamos al teto… tú te agachas… y yo te respeto… o… Entran dos negros en el bar y les dice el camarero… muy buenas tardes, distinguidos caballeros, ¿qué piensan ustedes tomar?. Mmmm. Hay como algo disfuncional en todo esto… Se acepta como irónicamente inteligente en el monologo de una chica la siguiente frase “sin malicia ninguna” que ésta le expone a su pareja masculina: No hables tan rápido, cari… no me da tiempo de ignorar lo que dices. Pues eso… que cual lo sardoniza cierto cómico… ¡No pasa “ná… aaaa”!... pero… y “siiiiisí”… ¿Entonces, por ejemplo… no se puede… ni se debe… hacer humor de esos chicos del tercer sexo… neutros… ladyboys… etcétera… que por ser “tan y tan sensibles”… de un paródico estornudo de sarcasmo la pueden palmar?. Por supuesto… Respeto… a ellos… ¡Vale!. Y… ¿Y al cari… para el qué no me da tiempo de ignorar lo qué dice?... No sé… Una vez un camarada, por cierto, homosexual y que por entonces aun militaba en el guardarropa me dijo que ser gay no te hace ni sensible ni inteligente y que el cada vez que pasaba por delante de la estatua de Franco en los Nuevos Ministerios de Madrid le daban ganas de subirse a la grupa del caballo con el Caudillo, desnudo… y es que siempre hay alguien que se siente ofendido. ALGDGADU Un V.M.