El fin de la historia está volteando la tortilla: (Y eso puede ser
bueno o malo, según se mire) Los roles de género en la sociedad se están
renovando, se están ajustando los esquemas religiosos… se está pactando la nueva
economía de ese futuro que nos aguarda con sus retos para la implementación de las tecnologías digitales y la estandarización de sus proyectos corporativos… pero
no nos vayamos a volver locos, como llevamos años y años de feroz liberalismo
mercantilista haciéndolo el idiota. Porque se “sanbendice” a día de hoy eso de
ser emprendedor cuando ayer se llamaba a las cosas por su nombre: Ser un puto
autónomo. Y precisamente por querer dar con un “Olé que arte” la vuelta a la
tortilla con un doble tirabuzón carpado en el aire se ha jodido todo… y manda
la esclavitud profesional cual en los tiempos del hermano Adam Smith… más
vigente que nunca. Y es porque todo, en ese volteo de los huevos bien
cuajados con patatas y cebolla… no es real ni lo parece… y ni los roles de
género en la sociedad se están renovando…
ni se están ajustando los esquemas religiosos… ni se está “pactando” la nueva
economía de ese futuro que nos aguarda… El Capitalismo es tan salvaje o más que
lo era y no hay ni sindicalismo de clase ni ideología antagonista que lo
combata. (No digas Infierno... di Chavismo. Mantra gordiano)
¿Por qué?. Pues es muy simple… El liberalismo político que tiene
muy claro el rol de la mujer en el tejido social, y “esas pequeñeces” sobre que
es Cultura y que es Civilización… ya se tomo su tiempo en dar carrete y carnada
a la pesca… cual más tarde se ha encomendado la “sacrosanta” misión tras la
crisis de recoger la captura. A ese “buen emprendedor” que montaba una pollería de diseño o se “compraba” una licencia para el taxi se le hizo creer poco menos que era
El Amancio de Zara… como ese “secretario” que trabajaba en una oficina diáfana
codo a codo con el jefe se conceptuaba a si mismo “The winner” por tener aire
acondicionado doce pisos por encima del “obrero” de la zanja. Fue el propio
miserable y primo currito deslumbrado por el oro “conservador” y ahora
“cuñado”, el que “mató” al “sindicalismo de clase” “metacomunista y
reaccionario”. Se les dio hipoteca, coche y tarjeta VIP de Carrefour… y los muy
imbéciles se creyeron líderes de su generación, “emprendedores”, y directivos… Ponle
a cualquier soplapollas sorbemocos un cargo con dicción en inglés y lo
pronunciara como si fuera uno de Cambridge… ponle a su conmoción después de la
anestesia una salida de emergencia clausurada y seguirá intentando huir de su
patetismo por donde le mandan. ¡Por qué no se está dando la vuelta a ninguna
tortilla!. La tortilla… y el bollo… se lo están comiendo los de siempre. Ni
influencers, ni community managers de of course, ni youtubers, ni “emprendedores”… ni
abogados “cuñadistas”… Quizás el nuevo ojo feminista consiga que la brecha salarial
entre hombres y mujeres desaparezca, estoy seguro… y el liberalismo de “libre
empresa” estará con los tiempos… y el dar “la vuelta a la tortilla”, pagando el
sueldo mínimo.