Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

Las nomenclaturas masónicas (Y... El Mago de Oz)


Oz, tiene que ver con la divinidad… y con la onza… Oz es fuerza en hebreo. ¿Hablamos del Mago de la Fuerza?. De una onza de oro al final del Arco Iris. De aquello en que se descompone la luz… De la “Fuerza” de la Iluminación. Del Dios de la Luz… Lo que es arriba y es abajo. Hablamos del camino de baldosas amarillas… la senda áurea… divina proporción, razón dorada y extrema… número áureo. Dorothy marchando en busca del Arquitecto Mago del Oz. Siguiendo el camino… mientras canta Yellow brick road. La proporción áurea es ese número irracional que descubrieron los pensadores de la Antigüedad al indicar de manera explicita el vínculo que existía entre dos segmentos de una misma línea recta cualquiera. La mágica proporción podía encontrarse de igual modo en la naturaleza, en las flores, y también en las hojas que Dorita encuentra mientras viaja con sus nuevos amigos y su perrito Toto. Está en las perfectas figuras geométricas y tiene la genuina circunstancia estética de todo aquello cuyas formas cual una caracola, o la espiral donde empieza el camino-senda de la Iluminación de ladrillos amarillos-áureos cual el Sol… “respetan”… esa divina proporcionalidad dorada de lo considerado bello. De modo que la nomenclatura masónica del Mago de Oz no es simplemente simbólica si no además tiene su base en el conocimiento clásico. La Bruja del Norte nos regala los chapines de rubíes de La Bruja Mala del E.S.T.E. Hablamos de mujeres fuertes como es Dorothy. Capaz de ganar el don de la Inteligencia para el espantapájaros, el Coraje para el león… el Corazón para el hombre de hoja de lata. Es una historia de Igualdad, de Hermandad… de como se gana La Libertad. En el camino a Ciudad Esmeralda encontramos la metáfora perfecta de lo que debe ser la autentica VIRTUS UTEM: Todo el mundo tiene sólo lo que quiere, (debemos de tener lo que merecemos realmente) y damos aquello que verdaderamente no necesitamos. (Deberíamos dar lo mejor de lo que somos capaces) En eso consiste el llegar hasta la utopía de Oz. Oz es la onza de oro, El Sol, Isis, La Divinidad de nosotros mismos… La nomenclatura masónica de conocimiento que los grados de S.A.P.I.E.N.T.I.A. nos entrega en forma de simbología práctica, y a la vez… “mágicamente”, hermética. No hay personas más importantes unas sobre otras en Oz… Hombres y mujeres somos iguales, y al mismo tiempo no hay diferencias de raza, etcétera, etcétera. Hablamos de Justicia.
La historia de El Mago de Oz ha sido leída en muchas claves desde feminista a satanista. Se ha hablado desde las miles de orgías en el estudio de Hollywood cuando se rodó la película basa en el relato de Frank Baum con cientos de enanos, putas y gangsters hasta de… que sé yo… de que el cuento es una alegoría que mitifica la economía basada en el Patrón Oro. Sin embargo tras la simplicidad de El Mago de Oz hay un hermoso cuento de hadas que nos dice quien es El Gran Arquitecto del Universo. Quien es aquel que nos da la capacidad de crear, transformar, iluminar, y bendecid éste mundo donde hay dolor y maldad: Nosotros mismos: Con el Coraje del león, la Inteligencia… del espantapájaros, el Corazón del hombre de hoja de lata… porque todas esas cualidades están en Dorothy. Y todos tenemos una Dorita dentro. Ahora muchos ven en El Mago de Oz, un canto del ateismo, o… incluso… todo lo contrario… un estudio simbólico de ciertos puntos que tienen en común bastantes religiones y que amalgama ciertas supersticiones de la humanidad en su conjunto… Francamente… me es completamente indiferente. Yo siempre he visto El Mago de Oz, como una fascinante aventura de la capacidad humana por superar el umbral de nuestra incapacidad. Conseguir la perfección no consiste en ser mejores que nadie, y los campeones de la Conciencia… si no en ser entes plenos de Conciencia y Realidad Radical… y a esa “nueva tierra” de Kansas es donde vuelve Dorita con su buen perrito Toto. Habla El Mago de Oz de la Fraternidad Universal incluido el reino animal sin distinción de razas, (ya seas espantapájaros, león o hombre de hoja de lata) credo, sexo, o poder económico… ¡Toma claro!, es una nomenclatura masónica perfecta. Como nos habla de la filosofía, y la ciencia… la naturaleza que debemos glorificar en todas las cosas vivas… Como nos habla de profundizar en las leyes que son propias y sobre la fuerza creativa del ente humanista. Simplificando: El Mago de Oz… de La Fuerza, de la Gnosis, del conocimiento y la virtud… es: Una, "alegoría"... al camino de la perfección que nos lleva de ser simplemente hombres o mujeres sin más… a entes humanos que dan luz en medio de la oscuridad. Amando a sus hermanos. Ayudando a sus semejantes. Es ese viaje “espiritual” que no necesita ningún Dios crucificado, ni alabado y al que poner presentes. El viaje espiritual de la Memoria, la Mente, y el Pensamiento no precisa guías, tan sólo una espiral desde donde partir, número áureo, amor, ciclo de errores… punto alrededor de un eje, Universo, Serpiente… línea recta… el color es opcional.