Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

Descender a las entrañas de la tierra


Sé de la fortaleza del rito iniciativo. Y en lo principal nunca fui filántropo si no solidario, que no es lo mismo. La filantropía tiene un porcentaje de “amor” falso por el factor humano que se me escapa. Detesto el “simbolismo” de lo “humano”… prefiero su verdad no filosófica ni jerárquica, si no esa “Verdad”, con Gran Mayúscula… gnóstica de la conducta, el estudio, y la evolución humana. La involución que nos retrotrae al estado animal no me interesa desde ningún punto de vista. Entiendo el fomento de las letras y las artes para el desarrollo moral y social del ser humano, pero no como vínculo de liberticidios en el contexto de un desarrollo “personal” inconveniente por deshonesto. Por ello, tengo claras algunas cosas… ¿Quiénes somos?. ¿De dónde venimos?... ¿Hay una rebelión de las mujeres, de los gays y los “trans y sus etcéteras”, de los negros, de los jubilados… y, los “antis”?. Pues no. ¡No!. Así de triste. No veo arder graneros de poder… sólo conformismo. Y todavía muchos se preguntan el porque de las alegorías “secretas”… ese “cierto” elitismo para intentar “transformar” el estado de las necesidades. Es perentorio dejar de especular con las medias verdades que nos quieren hacer ver tras la hojarasca y la humareda. Porque ésta sociedad ya no escucha el dolor de nuestros hermanos si no aquel que transfiere Internet… que cede la “sociedad de la falsa información”… donde no hay ni reflexión ni diálogo auténtico, únicamente notarios de la mentira, especialistas en demonizar las disidencias de caminos marcados al fuego de lo que parece lo racional, lo  regular sin matices ni derivaciones. Se enseña a los niños y jóvenes las mismas matemáticas de antaño, la misma historia, la misma literatura… sólo cambia un envoltorio de “modernismo” con mucho inglés con la vieja superstición religiosa de siempre per secula seculorum.
Millennials… Generación Y… me río de esa nomenclatura payasa. Como antes me reí de la Generación X… ¿Dónde queda La Virtud?. ¿La cuestión de genuinas creencias metafísicas y transcendentes de La Ciencia?... ¿Se está trabajando en la protección y conservación de la naturaleza?. ¡No!. Dicen que hay muchos puntos de vista e interés en el desarrollo “sostenible”, por ejemplo… pero en realidad sólo es uno el que manda con su imperativo, digamos “filosófico”… Manda la rentabilidad mercantil. En la ciencia, en la “mística”… así en el cielo, como en la tierra… Nadie quiere una regla precisa… una aptitud… una base de integridad. (Ni en lo personal, ni en lo colectivo) Y lo peor de todo es que si sigues una línea recta… te llaman “sectario”. O algo incluso peor… ¡Inmovilista!, antiprogresista… con un ideario decrépito. Cuando no hay nada más viejuno conceptualmente y obsoletamente “decrépito” ya, que ver como se manera a buen ritmo de pulgares el personal a través de los distintos “multiuniversos” de ese tejido que es La Red Social. Nadie es consciente de que Troya está ardiendo. En la ancestral tradición masónica, están las contingencias y los grados de la gnosis, 45° se refiere al octavo, 60° al sexto, y 90° al cuarto. La masonería, limita la hendidura del compás a 90° máximos, con eso se indica el límite “científico” que el hombre no sabría traspasar sin caer en el abismo de duda hecha conocimiento. El ángulo de 90° reproduce la escuadra. Porque hay dos fuerzas que deben ser justas en la enseñanza: La Verdad, y La Rectitud. “Se debe descender a las entrañas de la tierra, para encontrar la piedra oculta del Universo”. No entendéis nada, ¿verdad?.