Hubo un
tiempo en el que seguía los Oscars con “cierto” interés… y también el fútbol. Ahora
ya no. No me interesan “las alfombras rojas”… las del balompié… ni
especialmente las del cine… véanse en forma de “oscars”, “goyas”, etcétera. ¿Qué
me interesa a día de hoy?. Pues más bien pocas cosas diría. Del Zoon Politikón
definido por Aristóteles como “animal político”… he pasado a un nulo interés
por las dimensiones socio-políticas de nuestros días donde entre los tontos,
los gilipollas y los grandísimos hijos de puta está todo más que enmierdado. Me
aburre la gente, así en general… con sus inquietudes y morbos, sus estecheces
mentales… y sus piruetas usuales. En suma, me aburre mucho… pero que mucho,
mucho… esa “normalidad permanente” de gala, con sus pizcas de tradicionalismo,
falsa fraternidad y camaradería “virtuosa”. Me atraen tan pocos libros a día de
hoy como causas… porque las causas actuales se caen de la nariz enfermiza de
ésta sociedad nuestra como mocos que cerrar en el pañuelo de papel y después
tirar. (La metáfora es pobre y lo sé) Prefiero jugar con la consola, pegarme
uno o dos lingotazos de Johnnie Walker a mi boca… entre dolor y dolor… y
esperar lo inevitable. Nadie es perfecto… y… nunca fui “perfecto”, más bien
todo lo contrario. Hubo un tiempo en los que la vida sin música se me hacía
insoportable… porque la música de mi vida sonaba a redobles, taconeos y marchas
de tuna con pandereta. Ahora que sé que el rock ha muerto, lo escucho a modo de
“marcha fúnebre”, y a Bach como si fuera… telonero de Los Stones.
Me
entretiene un rato leer las melopeas intelectualmente marginales del personal
en Facebook. Tanto como ver ciertos a monstruos en la televisión que hablan
como loros de piratas de entes privados del “herzio catódico”. La momia de Ana
Rosa Quintana, el hombre lobo de La Griso… Las teletiendas nocturnas de
sartenes mágicas en las que nada se pega, son mi última debilidad… casi tanto,
tanto… cual las chorradas de las ediciones digitales de la prensa, así como la
página web del diario deportivo As que siempre es de traca merengue y felación
de turno para Florentino Pérez y sus lebreles del pasto futbolero. En fin, si
no fuera por el PES 2.018 con sus bolitas negras y el videojuego The Whitcher
mi vida no sería la mitad de entretenida que es ahora, porque con los años he
perdido la afición por descerrajar tiros a bocajarro por cuenta ajena… e
improperios a los imbéciles que me rodean… esa es la cruda realidad. ¡Qué
triste!... ahora escucho a AC/DC en la banda sonora de Iron Man, y a Schubert
por Spotify… entre anuncios “cortakarmas” de conciertos de bachata y otras
cacofonías. Y veamos… que más me entretiene… pues caer en el caos de responder
cuando me saludan por compromiso aquellos a los que jamás hubiera dicho ni un
Hi en los antaños de mi puta vida hace unos años… más así son las cosas. Si me
consideran un maleducado… que con su pan se lo coman. Uno sabe de donde viene…
y hacia que “Infierno” camina para la reagrupación final con sus camaradas, de
que maldita “Gloria” fue testigo… y la pequeña cebollita que ama. Hoc
voluerunt… in pace leones. (Es latín… Ellos lo quisieron… en tiempo de paz son leones)
ALGDGADU.