Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

Todas las semanas santas me cabrean básicamente tres cosas


Todas las semanas santas me cabrean básicamente tres cosas: Una: Que celebremos la pasión y muerte de Jesucristo… cuando se debería conmemorar su natividad, cosica de eso que se vino a llamar El Concilio de Constantinopla allá por el 381. Dos: Que El Concilio de Nicea cincuenta y dos años antes fijara en la ortodoxia cristiana el definir que El Hijo es consustancial con El Padre con la palabra griega “Homoousios”, que conjuga lo divino y lo humano introducido en El Credo Cristiano para defender que Jesucristo era el Hijo de Dios… Y, Tres: Que únicamente cuatro evangelios escritos antes del 70 d.C. sean los tenidos por canónigos: (Con notables diferencias “interpretativas” entres ellos…) Lucas, Mateo, Marcos y Juan. También me jode la manera en que dichos evangelistas sodomizan en “verbo” escrito la figura de Nuestro Padre Verdadero Juan El Bautista… más ello, es cosa de masones para tratar en otro momento… Shhhh. Hablemos del “Hijo de Dios”. Cuando uno lee los cuatro Evangelios Canónigos se evidencia que existen diferencias entre ellos, tanto en la forma como en el fondo. Lo principal es que se omiten  demasiadas narraciones que relatan los hechos de los evangelistas sinópticos. En Marcos, el más antiguo… creador del género, no encontramos apenas discursos… y en Mateo seis arengas de Cristo hecho todo un Fidel Sentencias. Además de que Marcos apenas toca la infancia de Jesús… Es curioso, en lugar de ser biógrafos de El Señor… estos “evangelistas” parecían programados para ser adaptadores de tradiciones para iluminar el estado de las diferentes “iglesias”…
… y todas las semanas santas me cabrean básicamente esas “vidas de Jesús” sin Jesús. Pero acaso importa eso para los cabestros que año tras año levantan los tronos… ¡Valientes!. Siempre el mismo esquema de la vida pública de Jesús… y su largo viaje de Galilea a Jerusalén. (Prefiero La Vida de Brian) ¡Qué importa qué el orden cronológico de los hechos de la vida de Jesús marque el orden supuestamente “objetivo” de los autores!. Y eso que aun no hemos dicho nada de los Evangelios Apócrifos… ¡Anatema!. De “renovadas relaciones” con Dios. De como se pasa de la “Ofrenda” a la “Maldición”, del “Homenaje”, a la “Condenación”. ¡ALGDGADU!. Eso traen los Evangelios Extracanónigos. ¿Por qué se ignora el Evangelio Apócrifo de Juan?. Será porque en él los hechos se relatan de un modo similar a los Dogmas Canónigos, mas son presentados de forma completamente heterogénea en cuanto al contenido, al lenguaje, a las locuciones y circulaciones… En fin… Quizá Juan… era sólo un Místico. (Y las autorías son redacciones cuestionables… unas, y otras) Pero en Juan hay algo que supera el abismo religioso, y que es importante… su eclesiología, el estudio del papel que desempeña La Iglesia como una entidad orgánica de liderazgo. Ese es el pecado “original” del Evangelio de Juan. Y podemos seguir con el Evangelio de Tomás. Con sus palabras ocultas… Palabras iniciáticas… sobre lo presupuesto en hipótesis y lo representado… en tesis. Luego está La Historia de Bel y El Dragón, y otros etcéteras… para pasar del judeocristianismo al gnosticismo. Cuando todo se resume en Jesús Humano y Jesús Divino. O sea… “divinas” vacaciones.