Vivimos en un universo tácito. No se expresa la
verdad. No se dice la realidad… pero, hasta el más tonto la sabe. Todos
suponemos quien está pringado en éste o aquel chanchullo. Se sobreentiende, o…
sobre-entienden… que si los entornos del suelo gris, están sombreados, en el
centro de lo negro hay una alcantarilla. Y miramos para otro lado, silbando…
sonriendo, y se miente, se niega… No es lo mismo la sospecha que el hecho
probado… y esa es La Gran Corrupción. Es un juego de ajedrez omiso.
Implícitamente consiste en ganar. Pero la misión expresa de las piezas es
salvar a El Rey, mantener erguida la figura que se nos viene abajo sí o sí. Y
ahora más que nunca la corrupción es nuestra protección. Sistémica. Donde no
hay agentes libres, sólo círculos virtuosos de realidad taciturna.
Apesadumbrados peones que no vieron venir lo obvio, y que ahora escandalizados
tratan de salvar el honor que jamás tuvieron. Vivimos días de iglesias vacías y
restaurantes de estrellas de Michelín con lista de espera, días de pobreza e
indolencia extrema frente a alardes de riqueza extravagante y majadera… Creemos
en Dior, en algún líder carismático de frente despejada, en las palabras
serenas y reflexivas de rostros que tras ellos se vislumbra ambición y oprobio.
Y se quieren cosas como regeneración, hechura y obra. El hombre, el genero
humano o es cada día más estúpido o va en pos de serlo. Y aquí no está aplicado
ni es aplicable ese axioma de roba el rico y roba el pobre… Nos despojan del
Ente Humano, aquellos que no están formados en la moral y la ética. Reyes,
abogados, jueces, políticos, albañiles, fontaneros o payasos profesionales…
mafiosos en peritaje amateur de la pantomima; no son la misma especie, el género los
diferencia únicamente. Sufre el pollo al ser sacrificado y el tomate al ser
arrancado de la rama, pero no confundamos jamás a la Conciencia con la
Supervivencia, ni a La Supremacía con La Superioridad.
La realidad ilusoria es siempre la misma historia con
ligeros matices de entonación y color. ¿Qué político tocará en horas que salga
hoy del armario del soborne?, del unte patrio… cada día es menor la capacidad de
sorpresa… y sin embargo hasta que no les han cagado encima a la ciudadanía
anestesiada las palomas, ni les han puesto vehículo y hacienda perdidas no reaccionan…
y algunos ni tan siquiera así. Les compran medios y plumas mercenarias con
encuestas falseadas, con informes inexistentes, con tramoyas imaginarias y
continúan tragando la píldora que se les da. Algunos no creen en Dios, ni en un
Dios Constructor del Universo, ni una energía vital que une al conjunto de los
seres vivos de todo éste planeta azul y precioso… mas creen, en el puto IBEX 35
PadreNuestro que estás en las noticias, creen en un partido político de
truhanes que ha desvencijado su país, lo ha repartido entre sus amigotes… y se
han llevado lo público a paraísos fiscales… y que les siguen pidiendo las migas, después de comerse el pan. Medicamentos que no curan, aguas envenenadas,
tierras baldías, esclavitud laboral… y no hay rebelión. Nadie quiere hacer sangre.
Se prefiere mirar la película de la televisión, el reality canalla de cocina y
chefs maleducados… La serie tal, el concurso cual, los mismos gatitos siempre
haciendo el gato por la Internet. Todos son ateos, e inteligentes… y creen en
los gatos, y en que los toros deben correr libres por las dehesas. Ahora bien
no preguntéis que es un quark o que función cumplen Los cinturones de Van Allen.
Y menos que es ese flujo de antiprotones en la zona de la anomalía. Sí, ya sé…
¿Qué es un antiprotón?. Pues un protón con carga negativa que sumado a un
positrón podría formar un átomo de antimateria y adiós. Claro que éste cuadro
de palabras no habla de Ciencia, ni de La Gran Corrupción, ni tampoco de ninguna
clase de realidad social, es una cuestión de Conciencia.