Está el
mito de la superstición religiosa… y el más que peligroso mito de la
“superstición” científica… por ejemplo, sobre el origen del universo… y de la
vida. El “ente” humano científico trata de “ver” a Dios como hombre, y el “ente
religioso” como un absoluto divino. Tratemos de hallar el punto medio de la
divinidad en el conocimiento… Somos Dios, somos mito, somos hombres… y mujeres…
raza, “humana”. La Ciencia adolece de los mismos siete pecados capitales de la “moral
cristiana”… Numero: Primero: Soberbia… obvia. Lo que hoy es teorema, y teoría…
(ya sé que no es lo mismo) mañana es, cálculo… prueba y error… luego, otra vez
teoría, y después “base científica”. Es la exaltación del héroe y villano
irrefutable que pasa de profesor chiflado a excéntrico en un abrir y cerrar de
ojos sedientos de… Envidia. Pues construimos pirámides de pizarra y tiza sobre
bases que no nos pertenecen. Y las ecuaciones se borran sin despejar las
incógnitas… o, despejadas éstas… no dan el resultado que se busca obtener. Se
habla del factor anómalo de las telecomunicaciones, y se buscan sospechosos… en
el desarrollo de las matrices primarias. La Avaricia… La Ciencia pasa al estado
de comercio… economía vectorial. Se actúa en un sentido y dirección marcado por
la llamada “Economía de Escalas”. Esas prerrogativas que, en término de costos,
una empresa obtiene gracias a la expansión del mercado. Demandamos móviles,
como patrón, con cien mil aplicaciones innecesarias, paradigma de una suerte de
Gula “tecnológica”… ¡Qué más da una guerra civil en el corazón del África
Profunda!. (¿Cuántos "pecados" van ya?)
Hablamos de La Ira. La Ira
hacia Dios de La Ciencia… La Ira Lujuriosa hacia la búsqueda de Dios como si su
ojete que todo lo ve fuese un jodido agujero negro. Ira y Caos, Lujuria de
Carbono y Pereza evolutiva… pudiera ser el resumen escueto y torpe de todas las
teorías que soban y resoban los físicos teóricos sobre como se creó el Todo…
sin Dios, of course. (Las comillas, del inglés… a la papelera de reciclaje gramático)
Hay lujuria en el maldito lodo primigenio… en las proteínas de su puré… En esas
cavilaciones con Ira… con desconcierto, con anarquía inútil. Ay, la moral
cristiana y la moral científica. Hay hechos probados y hechos probables. Sólo
una Gnosis. Como no voy a creer en Dios si La Ciencia es Dios, y Dios es La
Ciencia. El Conocimiento… Y La Biblia un “libro de leyes”… no La Ley… Y Jesús,
un Hombre… y el Hombre es Dios… Universo… Dios… Constructor del Universo. “Algunos
entes científicos” teorizan sobre que el universo es un enrevesado holograma… otros,
sobre que el universo es una parte de un gran multiuniverso… Dimensiones y
“patrañas”, patrañas y “dimensiones”. La gran simpleza de la muy creyente y
“mística” superstición humanista, más que humana… es llamar Dios a todo aquello
que nos es ignorado por inexplorado e indocumentado. ¡Qué vacío infinito!. La
Clave es S.A.P.I.E.N.T.I.A. Sapientia sola libertas est… El saber nos hace
libres. Libertad es estar libres de Dios… y, de La Razón… La búsqueda del
Conocimiento sin el reflejo de Dios en el cristal… es un pésimo comienzo. Es
peligroso el mito de la “superstición” científica, porque sí. Esas andanzas
jactanciosas de los “ultras” del discernimiento sin cábalas adoradoras de
devotas deidades. Llevan a la guerra, el hambre, y la destrucción por la vía
de los principios financieros, y esas entropías mercantiles de demostrar que
nadie observa lo imposible…