Empecemos. España es un RPG de mundo abierto. Con sus brujos… sus
enanos, (mentales… sobre todo) sus meretrices, sus reyezuelos y monarcas… de
besamanos y comepollas, sus orcos y sus trolls… España es un RPG llenito de
monstruos, de aldeas… aldeanos miedosos, taberneros y borrachos. Todo con sus
herbolistas, y herbo… listos, sus mercaderes, sus burdeles y teatrillos. Un
videojuego donde hay gente tirada en la calle pidiendo pan y “nobles” sin
“baturred”, pero con “carruaje”. En inglés RPG significa varias cosas: Pero
dejemos clara la que nos toca en suerte: Role Playing Game. Porque España es un
juego de rol. Y todos tenemos nuestro “Rol”: Plebeyos y nobles, guerreros y
cobardes, brujos y “empanados”… troleadores, “artistas” de los besamanos… y
demás tragasables… ¡Bueno!. Yo tengo meridiana la consola, y el consuelo. Lo
que algunas veces pienso… es si el resto del paisanaje lo tiene “meridianamente
claro”. Si desde el barro donde se mueven “miserables”… “ven”,
“meridianamente”… si son “señores”, o… ratas, de “besamanos”. Me identifico con
el brujo de “The Whitcher”, un RPG que juego con fruición y del que me declaro
fan absoluto. Su extenso mapeado me recuerda a España… con sus autonosuyas,
(con lehendakaritzas) su Iglesia del Fuego Eterno… y, sus cazadores de brujas…
y, raperos. Lo que no sé todavía es si Rajoy es un sumergido en el “Cenagal del
Jorobado” a la espera de darte lo tuyo y lo del vecino… o, Bastardo Hijo… uno
de los personajillos más cabronías que hay en el juego… (No se me interprete
mal que estos son tiempos en los que del sentido del humor se anda escaso…)
… el caso es, que España es rol puro y duro. Sus recaudadores de
impuestos. Sus nobles… que uno no sabe si son tales por voluntad divina, o
porque sus antepasados se lo montaron divinamente. (Con besamanos a los
monarcas de turno… o por comepollas…) España es rol puro y duro… porque aquí se
distrae a la plebe como si esto fuera Temeria. Sólo falta Champions League… Mas…
empecemos. He leído en la prensa digital que el Rey, Mi Señor, llama a la
cooperación entre El Estado y Catalunya “en beneficio de todos”. Y naturalmente
reflexioné: Si ésta parte del juego ya la pasé… que venía después… matar a la
demobestia… o, ir al burdel a echar un gwynt. Y evidentemente, casi
“campechanamente”, al apagar la consola enciendes de nuevo el cerebro y las
conexiones sinápticas abren la grieta y especulas preguntándote: ¿Es algo
propio de 2.018 una monarquía de privilegios, censuras jurídicas y besamanos
con etcéteras… o cosa de un videojuego de edades y tierras medias?. Y sí…
España es RPG de mundo abierto… y, mente cerrada. Con sus reyezuelos y sus
trolls… sus aldeanos miserables, y sus cazadores de brujas. Etcétera, etcétera…
Con la videoconsola funcionando 24 horas al día, los 365 días al año sin
descanso. Sin que el personal se reseteé el modo lacayo. Se puede decir que
muchos gilipollas perdidos, se mueren por ponerle letra al Himno Nacional.
(Para demostrarnos así, lo gilipollas que son) En fin, seguiremos jugando a “El
Brujo”… porque aun nos queda muchos “monstruos” a los que cortar la cabeza… y
muchas horas que pasar sin escuchar y leer… cortinas de humo.