Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

S.A.P.I.E.N.T.I.A. (Parte cinco: VIRTUS UTEM: Manantial viviente de metis)


En la prudencia, o en el astuto engaño, hay un lenguaje eterno de La Verdad y una correspondencia constante entre las ciencias y el arte. S.A.P.I.E.N.T.I.A. es parte de la naturaleza del Ente Hombre, y el E.S.T.E. es una parte del Dios Constructor de Universo, naturaleza pura y viva de nuestra Conciencia. No hay que dar tampoco mil vueltas de todas las cosas que son. La lógica es el arte de relacionarnos con lo que de “divino” hay en nuestro conocimiento. Con esa luz que brilla intensamente dentro de todos nosotros. Cuando decimos que aplicamos la “lógica”, nuestra Gran Gnosis construye el nexo de unión entre la comprensión individual de cómo funciona el mundo para cada uno de nosotros, y el principio de cada ser Ente, Incluido el Gran Ente Social con sus simbolismos de grupo, sus VIRTUS UTEM, y esas cosas visibles e invisibles de algunas verdades aparentes que parecen esencias “ciertas” de secretos arcanos. Primero hemos de reconocer a La Verdad Pura cual ese manantial viviente de progreso en “esencia” eterna. El Principio de la Lógica que lleva a entender como hemos llegado hasta aquí. El misterio de la vida que teorizamos de un modo constante y que nos lleva permanentemente a preguntarnos: ¿Por qué?. Simplemente. O, simple mente. En cada ser viviente siempre hay algo mágico que brilla. Una cadena de causalidades. Algo trascendente que hasta en el mal más absoluto, relumbra en la oscuridad. Porque poseemos la percepción de la perfección, y conocemos la profunda imperfección de la falsa humildad, de la falsa moralidad del hombre. Hay una memoria antigua con su concepción filosófica del arte y la ciencia de lo “visible y lo invisible”. El recuerdo de S.A.P.I.E.N.T.I.A. científico actual ha perdido esa Metis de Memoria Divina. A día de hoy lo “presupuesta” todo. Lo valora en una escala de beneficios intolerables. O peor aun… en que es útil para crear versatilidad humana. Como en el Arte hemos pasado de buscar La Verdad “Manantial” del Conocimiento puro, a un ideario “espiritual” de crear recuerdos retóricos de tecnologías con marchamo de caducidad. Formas temporales de expresar el poder constructor de una civilización que se apaga en la decadencia de éste Juego de la vida eterno. Hemos sustituido a la palabra creadora, por la palabra creativa. Y así… todo lo demás. El universo científico de los efectos y sus derivaciones, por un cosmos sistémico desatado de miles de causas… de centenares de miles de fuentes y orígenes que desconocemos. Hemos enfangado La Ciencia en oscuridad buscando La Verdad. Buscando “nuevas” combinativas.
Combinativas geniales y únicas como jugadas de esas ensayadas decenas de veces en entrenamientos de fútbol, y que rara vez tienen resultado en el juego real. Porque la vida no está hecha de retórica científica. El discurso de la vida es el de la certidumbre de nuestras trascendencias de razón positivas y negativas para la producción y la reproducción. La VIRTUS UTEM es el juicio final de la palabrería y debemos pensar en el desarrollo creador. En el modo de hacer las cosas hechas, y en como lo construido ha sido creado. Lo que puede parecer un galimatías pero no lo es. Desenredando el guirigay digamos que El Conocimiento tiene que comprender La Verdad que fluye en los procesos científicos con una visión más filosófica que puramente práctica de “fabricación y desarrollo”, y asimilar que ese potencial de creación debe de ser enfocado a nuevas percepciones más… imaginativas… de nuestro genuino poder constructor. El Ente Hombre por desarrollarse puede obrar por error, no lo dudaré nunca, pero lo mismo que está profundamente dotado para la ignorancia, también lo está para tomar el brazo fuerte de S.A.P.I.E.N.T.I.A. y traspasar e ir más allá de las columnas de E.S.T.E. e ingresar en el Templo de la Luz Eterna. Ser reconocimiento y trascendente Realidad Radical, Perfecta Imaginación en La Mente del Arquitecto que trabaja en cada U.N.O. de nosotros para mejorar como Humanidad Mayúscula. La verdadera sabiduría no está en el don de las palabras, en el arte iniciático y “seudomágico” de aquello que se debe mostrar, en la disciplina en la elipsis de un pensamiento tan siquiera… si no en la armonía del más elevado discernimiento de aquello que es auténtico, que percibimos como La Verdad. Y siempre deberemos a ella antes que la maestría en el arte o la ciencia, o ambas cosas a la vez… saber rectificar si fuera preciso La Palabra. VIRTUS UTEM. Nos debemos a la humildad nunca a la modestia. Nos debemos a la moral, a la honradez… nunca, a la soberbia. Y la Inteligencia, peca demasiadas veces de orgullo y, arrogancia. Un control totalmente nefasto sobre nosotros mismos, y sobre nuestra existencia como Entes Libres, no… humanos independientes. Quizás algún día la ciencia comprenda, por ejemplo… que muy por encima de la “comprensión” del Espacio-Tiempo está el ritmo, y la vibración sempiterna del Espacio-Tiempo real. Dos elementos esenciales de una esencia indivisible y “divina”. Sustancias inmanentes de La Gran Humanidad como son la Música, o simple/mente… la Física. ¡A.L.G.D.G.A.D.U.!.