La mayor mentira del franquismo fue haber
idealizado a Franco como poco menos que un jodido asceta. Un ser poco amante
del lujo, casi antisocial y misántropo, cuando lo cierto es que era un amante
del golf, de la caza y dar paseos en yate, actividades que formaban parte de su
ocio. Y eso tenía un precio. Muchos historiadores creen que Franco llego a
desviar para sí mismo de los recursos conseguidos por su bando durante la
Guerra Civil más o menos aproximadamente lo que a día de hoy serían unos 400
millones de euros, y sólo hablamos del patrimonio que el dictador ya habría atesorado
en 1.940. Lo que echaría por tierra el mito de que el régimen de aquel señor
bajito de voz aflautada era incorruptible. ¡Vamos, igual qué ahora es esa
jarfia política de la derecha que nos gobierna a golpe y látigo de reforma
laboral!. Alrededor de aquel sistema de entropía política medró una élite
bancaria, empresarial y económica que se benefició de aquella España divida y
arruinada socialmente, desinformada, analfabeta y temerosa de todo y de todos. Cuantos
habrán escuchado aquello de que con Franco no había paro. Bueno… evidentemente
la tasa de paro no era entonces la que es hoy, pero es que no se tienen en
cuenta muchos factores como el de la “población activa”, y las personas en edad
de currelar, por ejemplo.... aparte de que los nietísimos de los grandes
emporios presentes de la construcción le deben tanto a tantos presos republicanos
trabajadores forzosos en los llamados batallones de castigo. Y esa es una buena
historia. La de como los reyes de un siempre de tortura, hambre y muerte,
pasaron del Valle de los Caídos al IBEX 35 perfectamente pulcros del sobadísimo alcanfor
predemocrático. Demócratas de toda la vida como Juan March financiaron los aviones que trasladaron a Franco
al Norte de África con varios puntuales responsables del Diario ABC y el propio
banquero negoció con alemanes e italianos la compra de armamento. Ese fue el
mecenas en la iluminada sombra de la gran cruzada de la liberación patria. A cambio de ello, una vez
establecido en el poder Franco, que tenía otros principios como los de Marx…
Groucho, para cambiar de integridad ideológica si era menester… hizo lo necesario para que la
banca española no fuera nacionalizada traicionando así los principios de la
Falange. De modo que al amparo de la dictadura la Familia March hizo negocio
tras negocio hasta poseer ahora desde casi un 19% de la ACS de Florentino Pérez, el Presi del Real Madrid... hasta un 10% de Prosegur, o un 25, de Acerinox.
Pero no
seamos muy cansinos tampoco, lo malo de seguir el hilo de corrupción presente,
pasada y futura, es ver por cuanto estadio de las élites de España pasa, toca…
roza… gira, etcétera, etcétera… Siempre son los mismos apellidos los que se
repiten, y que si el abuelo fue procurador en las cortes franquistas, que si
tal constructora absorbió a tal otra, que si la madre, el sobrino, el tío… y
ese político del Partido del Gobierno es curiosamente, tal… Arabia Saudí,
Familia Real… los de la cruzada pasada, la constructora aquella, el AVE, los
pájaros… y mandos sin plaza con plaza, y mando. Y el pueblo que ahora vota
amaestrado y muy mucho demócrata vota, y bota. Igual de desinformado, pero ya
alfabetizado… igual de temeroso de todos y de todo. Por si un PSOE que se vende
a consejos de administración les quita su techo de cristal, o un Podemos les
sovietiza. No parece enterarse el personal que el mal está incrustado en decisiones fáciles. Cosas como
subir las rentas del trabajo para simplemente solucionar de una vez el tema de
las pensiones al haber más base de cotización y así mismo con más renta hay más
consumo. Pero quien les dice a los nietísimos que dejen de ganar un 19%, un
22%, un 31 % más, y quien les dice a los políticos que se envuelven en minutos
de silencio que la maquina de la corrupción no debe seguir siendo engrasada en
B, mientras los beneficios se van por transferencia de A a B, de B a C, y de C
a D… para acabar en copas de franquismo al Sol, con la cara del paraíso fiscal.
En fin, lo diré simplonamente como lo siento, a mi personalmente ya no me
molesta el facherío obrero de oficina de éste país… más bien todo lo contrario,
siento lástima por ellos… siendo maltratados como clase media alta que se
creen, y acribillados a impuestos, por los mismos que les joden a base de bien gobernado para
otros, que son los suyos... los de siempre dando. Con monarquía o dictadura… es el
mismo cochino negocio. Pues nadie eligió al señor bajito, ni nadie eligió al
campechano, ni tampoco nadie eligió al preparado, y la señora del Telediario. Tienen
la bolsa escrotal a buen recaudo fecal, los amigos, la patria, la bandera, el respeto… y el
honor, y encima la paguita del personal que somos todos y que si les mentamos y
ofendemos, nos fríen. ¡Viva la dictadura demócratica!. La de hoy, la de
siempre, la del precio del hambre, y una sociedad anestesiada. Lo triste es que
las empresas en lugar de subir el sueldo a sus empleados sigan en la vieja
costumbre de financiar ilegalmente al partido, o… partidos que nos gobiernan.
Lo dudáis acaso, capullitos de alelí.