Donde,
cuando, como. Érase una vez, que se era. No nos confundamos… España, es tóxica. O peor
dicho… ciertos españoles, que de ser tan, y tanto españoles, ya no son ni
fachas ni españolazos, han pasado a otro nivel… son: metapatriotas. Es ese ser
o estar más allá de la estupidez, sin darse cuenta que España no existe… ya no.
Pues vivimos en Metaespaña, una inmensa catedral gótica que guardan unas
gárgolas con forma de políticos y donde unos obispos travestidos con trajes
confeccionados con billetes de a millón reparten hostias con y sin H a partes
iguales que miseria y correas para la sumisión. Donde, cuando, como… perdimos
El Dorado… Donde, cuando, como, perdimos la rebeldía y nos transformamos en
eslabones defectuosos de una cadena de montaje de bobos de baba. ¿Contará alguna vez
alguien ese cuento qué debería comenzar con un Érase una vez España?. A mí
personalmente, el conflicto catalán en concreto me la suda… no existe, es
sencillamente una cortina de humo de espurios intereses interrelacionados con
la corrupción a nivel general. La del país… la de la Comunidad Europea, El
Fondo Monetario Internacional, la de las cientos de multinacionales del hambre
y la guerra, el merchandising de Dios Nuestro Señor y la Santa Cruzada de los
diez mil etcéteras. ¿Cuál es el problema?. Pues que no hay ningún problema…
sólo horas de televisión con asesinatos por violencia machista e incendios
forestales, u horas de Internet entre bulos variaditos y dimes con diretes de
alguna soplapollez que ha soltado alguien al buen tuntún.
Alguien también…
Algún espabilado barra espabilada que de rondón lea esto podrá decir: ¡Pero qué
cuenta éste tío!. Acaso importa. Nuestra verdad, nuestra mentira… la vuestra,
la de todos y cada uno… Una verdad implacable, por ejemplo, es que con unos
céntimos de todos enriquecemos a sórdidos personajes que se compran en tiendas
superexclusivas relojes de seiscientos mil euros y comen postres hechos a base
de chocolate belga y oro de veinticuatro quilates. Esa gentuza no se presenta
ni se presentará a las elecciones nunca, aunque naturalmente las gana todas por
mayoría absoluta. Son los dueños y señores de Metaespaña que ponen a un o una
mierdaseca de dependienta a despachar brillantes y ferraris y hacen creen a los
pobres incautos que son clase premiun. Metaespaña está vertebrada de norte a
sur de perfectos idiotas. Un ejecutivo de tartera VIP puede ir saltando de
excremento en excremento que caga en cacerías por todo el país el IBEX 35 sin
bajarse de su propia memez. La ironía es que no existe la eternidad para ellos,
y que los placeres más exquisitos de la existencia son absolutamente gratuitos
y los muy desdichados no lo saben… porque no temen a la muerte, temen perder
sus statu quo. No atesoran vida y conocimiento, D.I.O.S. y ciencia… únicamente
desazón para la que compran budas de oro macizo… ridículos trozos de nadas.
Atardeceres de yate en calas solitarias que acaban, como la última gota del
champán más caro y “exclusivo”... El problema de España nunca han sido sus “ricos”…
ni sus pobres, sino los miserables. Sus mezquinos parientes, sus cicateros
vecinos, sus “míseros”, en definitiva sinrazón... compañeros de fatigas. Claro que al final... queda el eco...