No creo
en los extraterrestres, aunque sí… en los “supraterrestres”. ¿Quiere decir esto
qué no creo qué haya civilizaciones tan avanzadas como nosotros, incluso
superiores en otros sistemas solares de nuestra propia galaxia?. Pues no… no
estoy diciendo eso… Lo que existen son: tremendos vacíos interplanetarios,
hipergravedad, materia y energía oscura… y toda clase de jodidas radiaciones
cósmicas. Entonces que quiero decir con eso de que creo en los
“supraterrestres”. Pues exactamente, que me defino en la opinión de que existe
otra humanidad en la humanidad… no precisamente “entre nosotros”, si no parte
de nosotros… en rincones “cercanos”, latitudes “secretas”, o más precisamente…
horizontes incorpóreos, que no “fantasmales”, en paradisíacas y complejas dimensiones
físicas. Como jugadores de un poker online que ganen o pierdan están ahí a la
misma hora y en una misma sala de juego. Me la sudan las luminarias en los
cielos y los demás etcéteras… la verdad puede ser tan sencilla o compleja como
la queramos o pretendamos entretejer. A lo mejor no hay que observar con
determinación la pirámide detectada en Marte en busca de alienígenas si no a la
roca Ceres en el Cinturón de Asteroides… como la montaña más alta de la tierra
no es el Monte Everest en los Himalayas, si no un tocho volcánico submarino que
emerge del Mar de nombre Mauna Kea de unos 10.000 metros que tiene situado su
campo base número uno por los alrededores del foso de las Marianas.
A menudo
me sucede que viendo las tertulias políticas, deportivas, o del corazón…
leyendo los bulos internaúticos del surfer digital, masticando noticias e
imágenes de reality periodístico… me supera el megashow. Éste teatrillo de
variedades que llamamos mundo. Desde las horas que se emplean en hablar y
hablar de esa tragedia en forma de cicatriz sangrante en el careto del
Cristiano Ronaldo… hasta el último genocidio silencioso y pertinaz que un tal Kim
Jong-un acomete sistemáticamente en Corea del Norte entre el canibalismo de la
población civil y la venta de esclavos a China y Rusia para generar divisas. Esas
son algunas realidades supraterrestres también. Centenares de metros del Mauna
Kea que escalar a 8.848 metros de profundidad. El SETI debería buscar la
posibilidad de vida inteligente en el Santiago Bernabéu o en el Nou Camp un día
de partido. Buscar vida inteligente entre los ingenieros y arquitectos de las
grandes constructoras, petroleras… entre los que “mandan”… y, degradan el
planeta. Pero supongo… que los “supraterrestres” tienen claro, cual es el
trabajo de demolición que estamos enfrentando como raza preeminente y sublime
que somos. Hay informativo en la televisión, sea el canal que sea… donde no
hablen todos los putos días de Messi, algún nuevo caso de violencia de género,
las olas de calor del verano y de frío del invierno… o, de los viajes
papales/reales… Y claro que hay extraterrestres… como el fuera de juego posicional
en el fútbol o la posibilidad de ligar una escalera de color jugando al poker.