Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

Soluciones que no funcionan contra La Depresión


El pasado día 7 de enero el Profesor Stephen Hawking dio una brillante conferencia en la Royal Society de Londres sobre la primera causa de discapacidad en todo el mundo actualmente, y que afecta a millones de personas a todo lo largo y ancho del Planeta Tierra: La Depresión. En ella hizo un brillante paralelismo entre los agujeros negros y la depresión. Vino a decir, no sin cierta poesía metafísica, que los agujeros negros no son tan negros como los pintan… y que tal vez, se puede salir del agujero negro por el otro lado… ¡Brillante!. El problema de ésta sociedad “deprimida”… es la falta de opciones: Nos dejan básicamente dos: O la de ser un hijo de la grandísima puta… o, la de ser un gilipolllas. No hay más. No more. ¡Y no es así!. Esto no es un reality de televisión donde si concursan cinco personas está: Ese o esa cabronías… el buen tontorrontón, el o la finolis, un ente sin personalidad y un ser… espiritual/que fue abducido por los extraterrestres… ¡Y todo eso… si qué es, “deprimente”!. Yo ignoro con cuantos gilipollas se las habrá tenido que ver el Maestro Hawking… pero, que futurismo viejuno les espera a los jóvenes españoles, cuando los “maxmedia” les tratan de envenenar así. La respuesta fácil sería decir que la vida es una prueba llena de obstáculos que demasiadas veces nos aboca a rendirnos y que hay que ser positivos… pero, parece ser que ese argumento lo suelte Hawking o un portero de la Calle de Serrano de Madrid no les vale a los “depres” de todo orden y condición… ricos, pobres, con diplomaturas universitarias… o las carreras del galgo… de modo que diré: ¿Y qué queréis?. Pagar psiquiatras… cumplir vuestros sueños… o pensar un: Más jodido está el Hawking de los cojones. Voy a daros un secreto masónico, y después reíros… y a seguir gozando de vuestra puta “depresión”.
Para alcanzar la felicidad tienes que estar en paz contigo mismo. Y no se precisa ni hacer tai chi, danzas ventrales ni pollas en vinagre. No hace falta perseguir sombras… si no La Libertad. Ni sonreír a tanto hijo de puta malparido. Uno no aprende a cocinar yendo a las clases de cocina de una bloguera de siete a ocho de tarde, ni adelgaza marchando al gimnasio a hacer mantenimiento dos veces por semana un par de horitas que se arranca al calendario. Claro que no le cuentes al que yace bloqueado en su propia prisión de autocompadecimientos, lo que es obvio. Algunas veces acabar con las propias desdichas es tan simple como salir a correr con unas zapatillas de tenis viejas entre runners que se descojonan de ti por no llevar equipaje de colorines. Como masón yo os digo: La simplicidad es la felicidad de mojar con pan el huevo frito elaborado por uno mismo, sin “enseñanzas” y al décimo tercer intento. Y la felicidad te hace valorar cuan libre eres, aunque seas el ser humano más perseguido, confinado, aislado, ocupado y puteado de todos los tiempos. Y La Libertad te hace apreciar el significado verdadero de La Igualdad, y de aquello que los iniciados llamamos: “Hermandad”. Claro… que si se “quiere” estar o continuar deprimido nada de todo esto que digo vale un pimiento. Sólo… Únicamente… el impulso soberano que nos es propio como especie inteligente. Pues todas las demás especies, se deprimen y mueren… salvo alguna excepción zoológica sin ayudas terapéuticas. Dos consejos: (Seguirlos, es de libre albedrío…) Uno: No confundáis jamás La Depresión con El Aburrimiento si os encontráis conmigo y os meto un tiro en la boca… (Es broma…) Y dos: No he soportado “jamás de los jamases” a los penosos.