Ésta es una vieja nomenclatura masónica de/desde La
Conquista de Mexico. ¿Por qué El Códice Borbónico qué se conserva tiene
arrancadas las primeras y las últimas hojas?. ¿Qué nos puede desvelar el Tōnalpōhualli adivinatorio qué contiene?. Pensemos
tan sólo en el E.S.T.E. con combinaciones de nomenclaturas masónicas europeas
describiendo punciones netamente americanas: Primero: Tonacatecuhtli: la
fertilidad que habita en los cielos, Caimán, Señor de nuestra carne y divisor
de la tierra y el agua. Segundo: Chalchiuhtlicue: El nacimiento. La Serpiente
de Jade. El agua que brota de la piedra… El Primer Sol que nos calienta. Tercero:
Agua: Simple agua: Xiuhtecuhtli: El Fuego y el calor. El anciano con su ojo que
observa impertérrito. Y tenemos hambre. Cuarto: Tezcatlipoca: El reflejo en el
espejo de la flecha. El amparo de la vieja hambre: La Felicidad. El Principio
dual. Y Quinto: Xólotl: El último Sol. El ocaso, la estrella de la tarde. Ese
animal monstruoso que entrego al Ente Humano el fuego y la luz de
S.A.P.I.E.N.T.I.A. La transformación, el movimiento… la circulación. Ésta vieja
nomenclatura masónica simplemente nos habla de: Principio, Consistencia,
Decisión, Concretización, Realización, Introspección, Inquietud, Desarrollo,
Búsqueda, Equilibrio, Reposo, Claridad… Conocimiento. Una aventura templaria de
la Conquista "secreta" de América. Porque los templarios se refugiaron en América
disfrazados de conquistadores. Colón ya hizo su Primer Viaje siguiendo el Atlas
Catalán de 1.375. ¿Quizás inspirado por La Ruta T.Y D. de viejos miembros del
Temple?. Tal vez sabía Colón muy bien que por su “ruta” no se llegaba a “las
indias”, si no a una tierra prometida muchísimo “más segura”, dónde se podía negociar con
fruslerías y bagatelas al cubo con unos salvajes que a cambio les entregarían
oro, y toda clase riquezas preciosas. Pregunta: ¿Cómo se explica que llevarán
en el Primer Viaje del “descubrimiento” las carabelas, semillas para sembrar?. Quizás siempre
hubo un interés por parte de las viejas nomenclaturas masónicas de
reinterpretar la historia para guardar los secretos que eran propios y
propicios, como el de ocultar las rutas comerciales del tesoro templario. Hay
simbología templaria en Mexico que así lo atestigua, como representaciones
amerindias en monumentos templarios europeos. Casi tanta como palabras que
atravesaron el océano y forman parte de la riqueza del idioma español:
Achicoria, que viene de pawcohiccora… tobogán, que viene de toba:kan, o…
Huracán. (C.T.)
El Atlas
Catalán de 1.375 es la obra cartográfica más importante en ese idioma de la
Edad Media y muy anterior a la unificación de España por los Reyes Católicos
con la “cruzada” de la Conquista de Granada, y el “esfuerzo” del Descubrimiento
de América. Curiosamente tanto el Atlas Catalán como el Códice borbónico están
en París. Es el primer documento conocido donde hay una rosa de los vientos, y
de igual modo que en el Códice Borbónico existe un calendario que lo acompaña. Con
su nomenclatura clásica solar. Pero S.A.P.I.E.N.T.I.A. no se detiene ahí, ese
mapa “maravilloso” del que a buen seguro disponía Cristóbal Colón cual
nomenclatura masónica… guardaba el regalo de un índice móvil del que se conoce es la
primera vez que fue utilizado tan ingenioso sistema para calcular el número áureo. ¿Pero por qué es tan
importante el Códice Borbónico?. Bueno… porque en él encontramos el que
posiblemente es el primer símbolo indiscutiblemente palmario... de inspiración solar, de la
Masonería Moderna. Que indudablemente nos recuerda al compás y la escuadra. Las
nomenclaturas masónicas son un viaje de aprendizaje desde la más remota
antigüedad hasta hoy, desde la India misteriosa de los Vedas… hasta las Indias
del Descubrimiento, desde los documentos “perdidos” de La Gran
Biblioteca de Alejandría hasta La Biblioteca de París… desde Las Pirámides de
Giza… hasta, Las Pirámides de Teotihuacan. De la Conquista de Mexico al compás... hay algunos mapas, una historia de hermetismo muy conveniente casi, casi
siempre, aventura, hombres y en general familias… que demostraron mucha
valentía en tiempos de tiniebla, ciencia antigua, y mucho más. Las piezas del
puzzle de las nomenclaturas masónicas siempre encajan unas con otras, si uno
las lee correctamente y no se detiene simplemente en mear sobre La Biblia, en
“requetestudiar” El Rito… y planchar una y otra vez el mandil. Detrás del Atlas
Catalán están los templarios bajo la firma semi-anónima de Cresques Abraham, un
protegido él y su gente bajo el manto de la Corona de Aragón. Corona que hizo
su fuerza “cruzada” para la Reconquista Española con la milicia templaria, y
generosas compensaciones. Es ese viaje al E.S.T.E. del Tōnalpōhualli adivinatorio con su Principio,
Consistencia, Decisión, Concretización, Realización, Introspección, Inquietud,
Desarrollo, Búsqueda, Equilibrio, Reposo, y… Claridad. Shhhh… por ahora he
escrito demasiado, y no me apetece decir más. Hay cinco soles en la Rosa de los
Vientos desde el Primer Sol Invicti… hasta el Sol del Ocaso.