Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

S.A.P.I.E.N.T.I.A. (Parte trece: VIRTUS UTEM: ¡La auténtica solidaridad!)


S.A.P.I.E.N.T.I.A. sola libertas est. ¿Qué pensáis?... ¿La sabiduría es la única libertad verdadera?. ¿El hombre libre tiene qué ser discreto y virtuoso?. Pues veréis, ciertos preceptos masónicos me resultan pesados. Contradictorios y farragosos cual algunos textos herméticos. Y llevo años queriendo saber que es la ética masónica. Algo de lo que muchos hermanos me han hablado durante horas y horas; y... entendían poco y no practicaban absolutamente nada. Porque la vida es un taller de aprendizaje y moralidad donde venimos a aprender, pero ante todo a descubrir la VIRTUS UTEM. La Libertad a través del conocimiento, a nuestro Dios Constructor a través de la profunda Gnosis, La verdad… separando, lo racional de aquello disparatado. Alumbrado las sombras que se mueven en la oscuridad, y llevando el fuego de la cognición hasta el último rincón del oscurantismo. Allá donde la religión y la superstición no es liberación ni ayuda a los semejantes, sino opresión y salvaje dominación; allí donde ser escéptico, suspicaz de fes tan intolerables como el propio ateismo por el ateismo sin más, es una postura facilonga de llamarse Inteligencia, y Pensamiento superior. Todas las filosofías están emponzoñadas con cierto grado de veneno de una falsa virtud… y la Masonería no ha estado nunca libre de esa ponzoña tampoco. De ese tóxico bebedizo. Demasiado orgullosa, demasiado creyente de ser virtuosa. ¿Qué nos hace libres?. La Conciencia únicamente… claro que… ¿hasta dónde sacrificarnos para ser "genuinamente" libres?. Los textos masónicos os dirán que para ser virtuosos hermanos hay que ser activos en todas las causas y las cosas, capaces de solventar los problemas que se nos pongan por delante, poderosos en no dejarnos abatir por las circunstancias adversas… ¡vamos!, lo que viene a ser el tener el espíritu combativo de los superhombres, y las superheroicas de comic. En eso no consiste el ser entes humanos. Un Ente Humano superior tiene que ser ejemplo de humanidad constante. Hacer ver a aquellos que simplemente viven para ser felices en una teoría, que La Verdad está en dar, simplemente, amor a los diferentes cual a los iguales. Cuidar y proteger a los que no pueden cuidarse por si mismos, o han perdido la capacidad de ayudar, amar, proteger… aquello que son, y… es. Dios está en el hombre… no en la religión, ni tan siquiera en posición de no ser más que una quimera. Pues cada día construimos Pensamiento y obra, Memoria de especie y Gran Humanidad. Inteligencia, al desarrollar ciencia en S.A.P.I.E.N.T.I.A.
El Taller de la VIRTUS UTEM puede ser un comedor social, un consejero de administración de una gran empresa, un laboratorio de desarrollo de fármacos, un campo sangriento de batalla, una escuela donde se enseña a los niños los conocimientos básicos, o… un quirófano donde se operan a los enfermos. Eso no importa. Si hay entes humanos que dan de comer al hambriento, toman decisiones justas para aquellos que trabajan a su cargo, se hacen remedios para paliar el dolor, se toman decisiones valientes para acabar con la beligerancia… donde se enseña La Verdad, y se ayuda a quien lo necesita… allí está la fuente universal del Gran Arquitecto. Su máximo Pensamiento, su absoluta Inteligencia, La Gran Memoria del Mundo, y del Universo. El E.S.T.E. y U.N.O. de todas las causas no causadas. Eso que buscan a través de los tiempos tantos y tantos seres humanos. Derrotados o victoriosos, grandes o pequeños, pobres, ricos, católicos y musulmanes. Tenemos sed ancestral de manifestarnos a la vista de Dios, ateos y creyentes. Ser dignos de la VIRTUS UTEM aunque no sepamos que significa. O que es La Fuerza, El Valor… El Vigor… de la auténtica solidaridad. ¡La auténtica solidaridad!. La del criterio firme en la potestad de ayudar a los demás, o dicho en simple y llano: Obras son putos amores. Y ahí… empieza, porque no… a nacer La Gran y poderosa Conciencia. Humildemente, sin gris modestia. Con honradez, sin penosa rectitud de esa falsaria… Virtuosa, sí, virtuosa… no aparentemente “ejemplar”. Dios, ese Dios cerrado y vengativo de sacristía, de evangelios en recitado vano, y de colectas chamarileras es hijo del hombre… pero, también el hombre… el Ente humano, mujeres, niños, ancianas… y, "hombres, independientes"… son más que simples partículas elementales. Son La Gnosis, La verdad, La Libertad… La Mente Prodigiosa del Constructor: Hijos de la Masonería. Y La Virtud máxima, la VIRTUS UTEM nos hace capaces de actos extraordinarios. Dar luz y calor donde hay frío. Ese es el fuego eterno que arde en los cielos, el límite. Lo que cientos y cientos de pobres diablos que oyen misas, o se regodean en su “saber” de paganismo entrópico, llamaran satanismo… o, ¡vaya uno a saber qué!. La bondad es el instrumento del amor, y el amor es ese maravilloso “vicio” que está sin pulir… hasta en la piedra más bruta. Donde la VIRTUS UTEM reposa esperando. A veces en ese estado imperfecto, en el sufrimiento… con las virtudes mezcladas como en un gin tonic. Un TAF a todos, amigos… el bien a U.N.O. mismo es el bien a los demás. S.A.P.I.E.N.T.I.A. ¡A.L.G.D.G.A.D.U.!.