Un auténtico masón busca La Verdad sin
descanso, o al menos debería buscarla. Y para ello tendrá que bucear en la
ética de la VIRTUS UTEM, practicar una moralidad absolutamente rigurosa, tratar
de perfeccionarse como Ente Humano, para lo que deberá de amar a toda una Gran
Humanidad, y ser solidario desde su humilde Conciencia, y Libre Albedrío, con
aquellos que son sus hermanos y trabajar por su bienestar. ¿Quién está
dispuesto para emprender tamaño sacrificio?. La realidad de la Masonería es
otra muy distinta. Desconocida, como lo es la propia Masonería. Llena de
cientos de medradores. Orgullosos de su mandil, y de creerse algo por encima de
aquellos que desconocen nuestros “secretos”, o al menos… "aquello", a los que
algunos hermanos tienen acceso. Como siempre… se habla y se escribe mucho de
los postulados de las logias, y existen multitud de libros y más libros que no
dicen gran cosa, que sólo son galimatías sin ningún sentido. Y claro… también
están esos simplistas, con vocación oscurantista pagana, o de la superstición
religiosa que con absoluta ignorancia tachan la masonería de poco menos que un
cúmulo de ritos satanistas, un club social para gente extravagante… o
peligrosísimos Illuminatis. Cuando la verdad de la Masonería, y de los hermanos
que conozco es más espontánea y sincera que todo ese boato de desconocimiento
que la rodea. Más abierta, y natural. Pues los masones jugamos a cartas,
vamos al cine, al fútbol, leemos comics… como disfrutamos a Dante o Borges, escuchamos cualquier
tipo de música, somos heteros como gays, negros cual blancos, pelirrojos o
rubios, católicos como ateos, musulmanes como cristianos o budistas, etcétera,
etcétera… Y aunque algunos no lo crean la masonería no es retórica delirante y
metafísica de profeta loco. Hagamos un breve paradigma científico con nanites, una
gnosis emergente. Y simplifico. ¿Dónde está la verdad, y buscarla?. En una
escala de 10−9 metros donde se puedan
construir máquinas portadoras de algoritmos que distingan por ejemplo las células sanas de un
cuerpo de aquellas enfermas, las diferencien, diversifiquen, y traten. S.A.P.I.E.N.T.I.A.
no únicamente es un “reino divino” de conocimiento ancestral… es de un mismo
modo un “dominio” de salvaguarda del discernimiento y la comprensión de la
ciencia. Para no vender el relevante proceder de lo que se estudia, y
“cimienta” como avance científico a mercaderes que lo querrán comercializar. Gnosis
debe seguir escondida en profundas simas aun…
Discernir
La Verdad no es sencillo. De que tratamos: ¿De trabajar por el
perfeccionamiento de la obra del Ente Humano, o por la “solidaridad”, y el
mejoramiento material de las personas?. A alguien le dice algo que España
sea el país del mundo con mayor número de smartphones por habitante. A mí desde luego, sí…
que mi país es un basurero tecnológico de catetos. Donde no se invierte una
mierda en I+D+I, pero nos permitimos lujos de derroche impropio con escasa
comprensión y juicio de lo que es La Verdad en el horizonte del progreso
técnico especializado de una sociedad avanzada. Podría aquí hacer una soflama
“metafísica”. Una arenga de poco o ningún nivel sobre la filosofía de la
investigación y el grado de desarrollo de la comunidad “científica” española
pero sería algo irrisorio comparado con el de nuestro entorno menos “smartphonizado”. Además
“aquí” no estoy hablando ahora mismo de ciencia ni de los conocimientos "pro-post-comerciales" de
carácter probatorio ni de perfeccionamientos materiales, si no de la búsqueda
de los secretos de La Verdad en el viejo laboratorio de la VIRTUS UTEM de la
Conciencia. Y creo que estoy siendo muy explicito. Hay algunas reflexiones que
se pueden encontrar en la Masonería de las cuales la nueva “sabiduría” enferma
de razón filosófica ha huido amparada en el oscurantismo científico, que
también existe. No culpo a la estupidez que se disfraza, o se viste simplemente
de una “verdad aparente” de racionalidad. Tan sólo, manifiesto un hecho cierto.
Los seres humanos siempre han buscado aceptación… y que es más aceptable que
seguir la senda bien apretada entre lindes por la que discurre la ganadería
tecnológica para los hombres y mujeres de estos principios de siglo XXI. Sé que
es una frase trivial y recurrente de la Masonería más rancia, mas vamos a darla
sentido: Cada uno debe labrar su piedra sin forma, hasta alcanzar a construir
un templo de conocimiento. Démosle sentido a la roca amorfa. Quizás ésta se cincele en un
laboratorio subterráneo del Pirineo oscense a 850 metros bajo tierra donde se
investiga la Materia Oscura como Pitágoras “camuflaba” su escuela de vieja
sabiduría en una cueva de la Isla de Samos. Quizás allí de esos “sucesos pocos
probables” ya está "empilada" una nave/realidad que resultaría aterradora para la ignorancia que
desconoce la Física de Partículas y antipartículas que se guardan bajo el Monte
Tobazo. ¿Si la verdad de viajes imposibles está "allí" guardada entre rayos
cósmicos e ingenieros militares… hablamos, de los secretos de La Verdad?. Nos
quedan tantísimas cimas que mostrar bajo ese Sol que nos ilumina.