Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

Las nomenclaturas masónicas (El feminismo y la banana)


Confieso que me preocupa ese viejo sesgo que existe en las nuevas y arcanas nomenclaturas masónicas con respecto al papel que debe ocupar la mujer dentro de una logia. Desequilibrar la igualdad existente en la naturaleza de todas las cosas, entre lo masculino y femenino, es lo mismo que negar la esencia más auténtica y verdadera de la propia masonería. Hacerla un patriarcado más como lo son La iglesia, la política, El ejercito… o, la empresa. Y aquí no voy a hablar de feminismo rancio del que el hombre como género se hace partícipe, ni del “hembrismo” que subsiste aun en muchas mujeres ni siquiera de feminazis 2.0… Hablemos simplemente de Igualdad. Simple y llana Igualdad con mayúscula. La historia pretérita de la humanidad más antigua del género humano tiene que ver con La Igualdad y La Libertad más que con el concepto resobado masónico de La Hermandad y La Correspondencia entre lo que es arriba como abajo… y abajo como arriba. Si somos Hijos de la Luz como muchos presumen, debemos aceptarnos en la “consanguinidad” biológica del Universo de Nuestro Constructor e ir más allá. Cuando la ciencia ha encontrado ciertos paralelismos genéticos divertidos como es ese de que compartimos con las bananas el 50% de nuestro ADN, la Gnosis de S.A.P.I.E.N.T.I.A. lo que nos da es un golpe brutal en el cielo de la boca de nuestra ignorancia y orgullo de especie. El conocimiento de lo científico nos dice de una forma implacable y disciplinada que somos mujeres y hombres, animales, plantas, oxígeno y carbono, metales y roca, la misma “sustancia” de Dios Arquitecto que vive en nuestra mente, en el Pensamiento que hacemos en cada instante de cada sueño o acción voluntaria, o no… nuestra más recóndita Memoria. De modo que la cuestión radica en preguntarse a "una" mismo: ¿Qué es La Igualdad?. Los genes son igual de funcionales en los animales, que en las frutas, que en el género humano… entonces, ¿por qué lo qué es identificación en una secuencia de ADN en la naturaleza al 50% entre las personas y los plátanos… la mal llamada “inteligencia” en algunos machos alfa degrada a la mujer al papel de mera comparsa social del hombre?. La Igualdad no es Un todos y todas, ni un compañeras y compañeros, ni tampoco "un" nosotras, ni "valga/nos" el que se renueven matriarcados arcanos de fecundidad y ritualismo primitivo en ésta era de patriarcados machistas en la sociedad civil tan “concienciada” por ejemplo con la violencia de género.  
Lo que da sentido realmente a las nomenclaturas masónicas de genuina pureza en Libertad y Hermandad es la profunda comprensión de lo que realmente significa ser iguales en la diferencia. Para un masón el feminismo no tendría que ser una controversia. Un litigio del papel que tiene que ocupar la mujer dentro de una logia regular o irregular, mixta o no. Y sin embargo una parte significativa de los hombres como género masculino hacen sesgo y discordia, y "predican" lo que es peor… “La Igualdad”, donde hay desigualdad de la peor clase posible. Esa de un machismo recalcitrante. Las rancias y viejas nomenclaturas masónicas de algunos hermanos sobre todo de nuevas logias irregulares, quiero pensarlo así… quizás no se entiendan sin el sentido del cristianismo más oscurantista… pero como vamos a considerarnos hermanos si no aceptamos que un cincuenta por ciento de lo que somos es la mujer. El viejo mito y la nueva forma. Y... lo confieso igual: No me interesa el feminismo como reivindicación política, social ni cultural. Me interesa el feminismo como conocimiento y parte de la Gran Gnosis del progreso y perfeccionamiento de la Gran Humanidad que formamos en simbiosis el género humano presuntamente inteligente… los animales, las formas vegetales… e incluso, la materia inerte que forma la piedra, el fuego, el aire… el agua, la tierra que nos sustenta… Aquí… donde lo que es arriba es abajo, y lo que es abajo… es arriba. Porque si somos Hijos de la Luz, de S.A.P.I.E.N.T.I.A., de la VIRTUS UTEM, hombres y mujeres, mujeres y hombres… ¿qué sentido tiene segregar al 50% de lo que somos?. Sí… un 50% como la diferencia que hay entre el hombre y la banana. Si segregamos a la mujer, apartaremos también al Islam por diferente, al homosexual por su condición, al ateo porque le consideraremos inferior, al católico por ignorante, etcétera, etcétera… La analogía del feminismo y la banana quizás sea que son el cincuenta por ciento de nuestra Realidad Radical de especie. Genéticamente un plátano y el ser humano comparten ese 50% de ADN procedente del Carbono que ardió con las estrellas arriba como abajo y abajo como arriba… En la perfecta humildad de La Gnosis de nuestra VIRTUS UTEM, lo femenino es el cincuenta por ciento de S.A.P.I.E.N.T.I.A. El par de cromosomas 23. Puede ser así de simple/mente. ¡Y cómo se alambica todo!... Empezando por la educación de estereotipos machistas que no acaba para los niños desde la televisión y su publicidad… hasta que sé yo… ese “feminismo” de opereta que practican algunos líderes políticos que se pasan de frenada en progresía e “igualdad”. TAF.