Tercera Guerra Mundial: Parte de Guerra: Feliz
Navidad. Feliz Navidad a todos vosotros que no creéis en la vieja fiesta del
Solsticio de Invierno, S.A.T.U.R.N.A.L.I.A. ni tan siquiera en la “magia” de la
propia Navidad “tradicional” pero que protegéis el mundo. Allí… desde
trincheras y “muros” que no vemos aquí, donde unos gritarán como lémures
enloquecidos, otros esconderán las tristezas con unas gotas de alcohol, y
muchos, muchísimos pasarán como puedan el frío, el hambre y los recuerdos. Pues eso… Feliz
Navidad para la inmensa mayoría de vosotros, y Buena rentrée en Saturnalia otra
vez para todos ustedes mis hermanos. ¡A.L.G.D.G.A.D.U.!. El Niño Sol vuelve a
reinar de nuevo. Aunque en la Tierra de Semíramis Virgen con Tammuz creciendo
en su vientre para nacer ésta noche ancestral, para iluminarnos otra vez… no
sea hora de la paz e iluminación debida. Hay una Tercera Guerra Mundial
silenciosa. Sin batallas… aparentes… pero con miles de victimas. Construida con
piezas de un Mecano económico-tecnológico. Los generales de ésta contienda son
gobiernos-títere manejados por emporios empresariales y corporaciones
bancarias, y nosotros mismos somos su carne de cañón. Con el sincretismo
religioso o pagano que nos guíe en éstas fiestas. Y no criticaré aquí el derroche
carnavalesco de la Navidad, pues quien más y quien menos, somos muchas veces
cómplices de él. Mas, partisanos… revolucionarios y antisistemas… o,
colaboracionistas sin la más mínima vergüenza ni hipocresía que les moleste y
confunda… todos alimentamos la guerra. Desde nuestras terminales operando.
Desde nuestras necesidades tecnológicas. Fiduciarias. Sociales. Las que sean…
Desde cada vez que le ponemos gasolina a nuestro vehículo, viajamos en
transportes, compramos azúcar, o juguetes, no se puede hacer un boicot
auténtico y real a un sistema enfermo de consumismo. Pues el plástico es una
convergencia de guerra, como el petróleo, el dinero, los metales y la
tecnología en general, o esas ideas hijas del conocimiento y la falta de
honestidad y virtud humana. Un parte de guerra desolador. Del que no importa si
los atentados de una Yihad Islamista o no son en París, Nairobi, Niza,
Estambul, Berlín, Chicago, Madrid, Islamabad, Roma, Londres o Bagdad. No cambia
nada la geografía del terror. Un españolito de pro, neoliberal y
tradicionalista, puede estar llenando el tanque de combustible de su vehículo a
motor con gasolina procedente de petróleo de ISIS y no darse ni puta cuenta de
ello.
Tercera Guerra Mundial: Parte de Guerra: Me
pregunto cuanta y cuanta tranquilidad trae al ciudadano medio alemán o europeo el hecho
de que el terrorista de Berlín haya sido abatido a tiros por la policía de
Milán, o porque los expertos modulen el lenguaje al hablar del “autodenominado
Estado Islámico”. Deberíamos preguntarnos: ¿Por qué está más seguro un
habitante de cualquier ciudad de Israel de qué se comenta en su territorio un
atentado del Daesh teniendo tan cerca la zona de conflicto… que un ciudadano
berlinés, o… no sé… español?. Incluso si se me apura, argentino. ¿Hay alguien a
quién no le parezca que la muerte del embajador ruso en Turquía no tiene un
cierto tufillo extraño?. Del estilo del Atentado de Sarajevo de 1.914 contra el
Archiduque Francisco Fernando de Austria que dio pábulo a La Primera Guerra
Mundial. Bueno… quizás exagero. Putin de momento está “contenido” para ser un
corrupto nacionalista ruso. A Trump le falta unos pocos días para ser
Presidente de los EE.UU. blancos de América. El Presidente de ExxonMobil, amigo personal de Putin… shhhh… va a
ser Secretario de Estado con una Turquía prorusa, y una vía de petróleo y gas
barato abierta en canal desde Siria e Irak… Blanca y en botella… es leche… no
sé si buena, o… mala. Porque hay un Estado profundo de mentes oscuras en el
geoescenario bélico de ésta Tercera Guerra Mundial en marcha, que nos va a
abrasar a los ciudadanos europeos. Claro que hoy es Navidad, noche de paz…
noche de amor. Los depósitos de gasolina llenos, cientos de viajes en
autocares, tren, o avión han reunido a las familias. Habrá miles de millones de
tweets felicitando éstas entrañables “fiestas”. Y en España el mensaje de Maese
Borbón para contarnos el siempre nunca jamás de la patria y alrededores en
minúscula porque sí. Tercera Guerra Mundial: Parte de Guerra: Feliz Navidad… que aquí, y
allí… y acá y allá… ¡No pasa nada!. Y si pasa… se le saluda. Convendría que los
hermanos en la humildad, y la VIRTUS UTEM, En S.A.P.I.E.N.T.I.A. y Gnosis…
recordemos a los que sufren. Ayudemos a los que lo necesitan… pero no hoy…
mañana… y mañana, y mañana, y mañana… Y amemos a la Humanidad con nuestras
obras. Pero sin que nos confundan… no somos idealistas. Sabemos la mierda que
pisamos, el barro que mancha nuestros zapatos, el frío que cala los huesos… las
tibias cruzadas. Un Triple Abrazo Fraterno, y Feliz Saturnalia a todos.