No sé si por similitud fonética, desde mi más
tierna infancia en un colegio de curas sobones de aquellos que nos confesaban
cada jueves en la parroquia del centro y nos preguntaban por los tocamientos
que nos hacíamos, ¡vamos… de siempre!... me ha parecido que las palabras
sotanas y satanás, eran limítrofes. Con el tiempo comprendí que no era así… Que
La Iglesia tenía que ver más con la ignorancia y el oscurantismo… y que era
hija del Santo Oficio, Las Cruzadas… o, desde la persecución de la herejía
cátara hasta la inhibición en el Holocausto Nazi. De modo que “lo diabólico”
era eso de El Pensamiento, El Conocimiento, La Memoria, La Inteligencia… La
Luz. ¿Por qué “demonios”, leer hasta la veneración un solo libro… cuando hay
tantos, y tantos… y, tantos?. ¿Y sobre todo un libro trufado de los crímenes de
un Dios rencoroso y retorcido qué costo tantas vidas?... desde la de Hipatia de
Alejandría, o Giordano Bruno… hasta las de Pedro de Amiens El Ermitaño, quien un viernes 15 de
julio de 1.099
invitó en un sermón en el Monte de los Olivos a los cruzados a saquear Jerusalén
y aniquilar uno por uno a todos y cada uno de los habitantes de la Ciudad
Santa, desde a los pobres infieles desarmados, musulmanes, judíos,
mujeres y niños, haciendo voto de la entrada al Paraíso por tales acciones. ¡Joder!...
si lo “diabólico”, es el mal absoluto… no tengo dudas al respecto de donde ha
estado siempre. En La Religión. ¡Ojo!... La Religión. Se llame Catolicismo,
Marxismo, Socialismo, Liberalismo, Judaísmo, Islamismo, Nazismo, tanto me da el
“fanático” que ora por Alá, Dios, que recita de memoria La Biblia… como el Mein
kampf, o El Corán, El manifiesto comunista, o cualquier etcétera político-religioso,
monocromático. Si se ha matado y mucho por Dios, también se ha matado y mucho
por Stalin, Adam Smith, Hitler, Mao, Pol Pot, desde los bombarderos británicos
sobre Alemania, los alemanes sobre los Londres, los americanos sobre Japón,
Vietnam… Los rusos, franceses… sobre Siria. ¿Cuántas reubicaciones forzadas a
través de la historia?.
¿El
diablo?. ¿Satanás, o… sotanas?. ¿El Maligno?. La maldad es el hombre. Es
inherente al hombre. Al que escribió el Génesis, fuera inspirado o no por el
“Altísimo”, o el Malleus maleficarum. (El martillo de las brujas) Luego, está
El Bien. La Luz es la inspiración del Hombre con Mayúsculas. Buda es ese tipo
de inspiración, y Jesucristo… crispa “divina” de Conocimiento. No hablo del
Jesús, del Libro “Sagrado”… ¿pero eso importa?. ¿La física del universo?. ¿La
ética de la supervivencia?. ¿Las matemáticas de la existencia diaria?. Todos
los días la vida y la muerte juegan sobre el tablero de piezas del cosmos la
partida de la coexistencia sin nuestra Conciencia entera. En Libre Albedrío…
Sin ese “precioso” Don de La Libertad, que damos por sentado. Y la respuesta de
que es La Libertad, no es la capacidad de la cognición para especular
sobre un hecho cualquiera y obrar según el “atrevimiento”, o el arrojo… de la
persona… regulado o no; cuando se habla de La Libertad, se esta hablando de los
valores mas altos del mejor gobierno de lo humano, es la soberanía popular y la
igualdad de derechos para todos los ciudadanos de todas las razas y modos de
razonar, el voto universal, incluso… los derechos humanos… Lo
“diabólico”, es el derecho al Bien Absoluto… ¿Un contrasentido?. ¿La Teoría de
Evolución mató a Abel en Modo Caín con una quijada de asno a lo Sansón… o con
un AK-47 Kalashnikov de calibre 7,62 mm.?. ¿La Teoría de las Supercuerdas es
satánica, La Energía Oscura, Los quarks?… ¿Se puede honrar a un Dios
Constructor del Universo por ir a misa todos los domingos, por ejemplo?. Me
temo que la eterna dicotomía de la lucha del Bien contra el Mal no resuelve cierta
ecuación del empequeñecido espíritu humano. Quizás la bifurcación correcta de la Conciencia
Humana sea Gnosticismo vs./e Ignorancia. Barbarie contra Civilización.