Cuatro cosas. Dios, Iglesia, Fe cristiana, y
Jesús… no son sinónimos, ni la misma forma… unidad, entidad… mierda, con
diferente fragancia. Karl Marx, El manifiesto comunista, socialismo, y Pablo
Iglesias… tampoco, son equivalentes parejos… ni un paralelismo de representación…
un elemento, una identidad… ese excremento, con incomparable perfume a "violetas". La
Religión y La Política, si son heterogéneas. Como es España… la adjetivada,
donde un costalero de Semana Santa puede ser socialista y cofrade, leer a Karl
Marx y llevar tatuado al Gran Poder en el pecho tordo. Cuatro cosas más. En
España hay más de siete millones de votantes del Partido Popular… el de las
promesas incumplidas, el de la corrupción galopante… el de las mentiras, el
partido que siempre anuncia bajadas de impuestos y seguridad. Nadie presume de
votar a canallas viles, nadie se dejaría robar impunemente… nadie se tira a un
barranco si le dicen tírate, pero más de siete millones de personas lo hacen a
cuerpo gentil… ¿Son gilipollas todos?. ¿Y por qué en España no hay un partido
de extrema derecha, del tipo del Frente Nacional en Francia?. Sencillo… ¡En
España ya gobierna la extrema derecha!. Un partido fundado por un ministro de
la dictadura que gobernó el país cuarenta años bajo la égida de un rey puesto
de repuesto de un rey capricho puesto por aquel viejo y apergaminado dictador
que todos sabemos. De modo que no hay más de siete millones de gilipollas que
votan al Partido Popular, hay más de siete millones de fascistas sociológicos y
sus crías que son la argamasa de un sistema corrupto en la única nación europea
donde triunfó un totalitarismo regicida y verdugo. Algo que ahora en economía
se llama liberalismo. O como lamer el ojete judío de Milton Friedman.
¡Viva el Libre Mercado!. ¡Viva la empresa
privada!... ¡y la pública!... también me la quedo. Los que mataron a los viejos
comunistas, a los abuelos aquellos que quemaban iglesias… ganaron una guerra,
dicen… y ahora matan a sus nietos con pobreza. Ya no van a misas, van a
Ferrari… Cuatro cosas. Dios, Iglesia, Fe cristiana, y Jesús… no son sinónimos,
mas sí sobre, billete de 500, offshore, y Suiza. Claro que el problema es…
otro… No dispersemos el foco. ¿Cuántos de esos más de siete millones de votos,
son realmente españoles de Ferrari, sobre y billetes de 500, offshore, y Suiza…
incluso, de misa y sacristía?... 150.000, medio millón… uno, ¿dos?... ¿Puede
haber en España más de cinco millones que por el hecho de que trabajen en una
oficina con aire acondicionado se crean miembros poco más o menos, del Club
Bilderberg?. Ya no quiero pensar en los picazanjas que voten al Partido
Popular… o todo ese Mundo Viejuno que ahora son pensionistas y que durante la
dictadura mientras media España era asesinada, miraban para el otro lado. Los
que recuerdan el Paracuellos de una guerra, como tantos Paracuellos hubo en el
lado nacional… pero no recuerdan la represión de cuarenta años de un régimen
que mató hasta el último día. Esos que hoy besan los pies de la Constitución
como los de una virgen. A esos cinco millones de idiotas seguramente no les avergüenza
que su país sea el segundo con más fosas comunes del mundo, ni esa memoria que
pronto quieren borrar de sus mentes al votar… y que dice que su “querido” país…
su “querida” España, es la segunda nación de Europa con mayor grado de pobreza
infantil. La España de los ERES es la de Gürtel, Taula, Blacks, Bankia, Púnica
y etcéteras… y es igual, todo igual. Cuando los comedores de Cáritas están
repletos se mira a Venezuela, cuando casi dos millones de jóvenes se han ido
fuera a buscar el futuro… algunos miran la coleta, y si se muerden la puta
lengua se envenenan los muy gilipollas.