Ayer hubo quien se ha manifestado frente al
Congreso de los Diputados de España con 423 globos rojos, por los 423 pobres niños que se han ahogado en el Mediterráneo huyendo de la Guerra de Siria en
los últimos tiempos. Y no es cinismo ni sarcasmo si digo: Y los que quedan por
inflar. Porque nada se puede hacer por ello, o muy poco. ¿Qué?. La solidaridad
de algunos políticos afines sentimentaloidemente a la problemática de la
catástrofe humanitaria que están concienciados de éste, como de tantos cientos
de dramas como hay alrededor. Porque las organizaciones no gubernamentales y
las gentes de bien están desbordadas sobre el terreno… y francamente, a los
estados europeos se la suda el tema de puertas y financiación para adentro. A
parte de que el tema ya no renta más dolor entre la masa continental blanca y
oriunda “bien pensante” más preocupada por su seguridad, la de sus bienes y sus
familias, e incluso sus pequeñas patrias de mierda tricolor, rojigualda o cual sea su encalamiento trapero. Porque de alguna jodida manera en el
subconsciente colectivo de la vieja Europa ha "calado" la maldita idea de que los
refugiados y su “drama” traen el terrorismo mismo al corazón del continente, ya
sea con niños ahogados en el mar, rescatados por barcos de guerra italianos,
imanes radicalizados desde mezquitas de capitales europeas que piden la
islamización del continente, o mujeres en burkini que se bañan entre nosotros
con el fin de dañar nuestra buena conciencia. Porque ahora no hay nada que dañe
más la conciencia occidental que una musulmana bañándose en burkini… ni el
equipo sueco femenino de fútbol playa en topless y tanga de leopardo. Está en
peligro la liberación de la mujer, la libertad religiosa, la libertad de
expresión, la libertad de lo que sea… todo, menos La Libertad. De modo que 423
globos aquí, no representan nada para casi nadie. La gente está por otros
dramas más de andar por casa apollardado.
Hay pintadas ultras contra el Alcalde de
Pamplona por la exhumación de los restos de los Generales golpistas del año de
la tarala civil Mola y Sanjurjo. ¡Es la repolla!. Cuando miles de víctimas del
franquismo yacen enterradas en el olvido. No es necesario que Madrid y su
ayuntamiento estudie si gastar pasta en otra estatua más… una al soldado
republicano… Para tirar el dinero en un futuro cagadero de bronce para palomas
mejor entregarlo a organizaciones que lo empleen de un modo adecuado en cumplir
con eso que se llama La Memoria Histórica. Detesto el postureo político venga
de donde venga. Los globos se deshinchan siempre con la rapidez con la que
termina una fiesta y llega la resaca. Y España está sin Investidura Mariana, y
el facherío con ansia viva de more dominatrix al “no richman”, a más de 12
millones de españoles que ni se merecen ser nombrados por su propio Presidente
del Gobierno en funciones y Candidato a la Presidencia del Gobierno de España.
De modo que cuanto importa si mueren en el Mediterráneo 423 niños o se
desinflan frente al Congreso de los Diputados, otros tantos globos. El drama
estará servido siempre, para cada hijo de vecino el suyo. Por ejemplo me
sonroja leer en el diario digital del IBEX como abiertamente periodistas
mercenarios ni se avergüenzan de escribir a grandes titulares como los críticos
a Pedro Sánchez no toman ya el control ni tienen un plan para liderar el
llamado PSOE-A. Es escandaloso, e inaudito. Tanto como que juzgen el
discurso de Albert Rivera como una arenga al borde del precipicio. Todo entre
la siempre presente Venezuela, y el “deportaco”. Es el neofascismo de aquellos que no consienten que se les
llame fascistas cuando bien se escondieron de los grises en los estertoresmanifa de la
dictadura. Y ahora se venden por la piscina del chalet de burguesía españolaza.
Estos si que no cuentan globos. Se les paga por cagar en tecla fina. Drama…
¡Drama!. Drama, todas las tardes en Sálvame de Telecinco, lo demás es la juerga
padre.