Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

La tienda de los chinos está abajo


Desde que no bebo confieso que soy exceptico... menos de los batidos de fresa. Rock and roll: A veces ciertos titulares de prensa son extremadamente hilarantes: Por ejemplo: Detectada una supuesta señal de una civilización extraterrestre a sólo 95 millones de años luz. ¡A sólo 95 millones de años luz!. Tócate los cojones… como aquel que dice en la tienda de los chinos de abajo. Sí… resulta divertido, porque lo más lejos que de momento ha llegado el hombre es a unos 384.400 kilómetros, y todavía algunos no se creen que el hombre pisara la luna… seis veces nada menos… en total doce tipos recios, americanos blancos del norte. En fin, bueno, hay una prueba irrefutable de que el hombre pisó la luna: Se llamó La Guerra Fría. Los soviéticos nada objetaron al “respective” entonces que la cosa estaba calentita, ni a día de hoy tampoco. Pero volvamos a la señal alien… ¿cómo se asegura la procedencia inteligente de la misma?. Hay quien propone que si una supuesta “civilización superior” ha mandado esa señal es que está en ese umbral entre el dominio casi total de los recursos de su planeta de origen y de su sistema planetario. Lo que teóricamente alcanzará la raza humana si no se aniquila antes, en unos 100 ó 200 años… quizás hasta 4.000. ¡Bueno!... digamos, que al final la señal de esa potente emisión de radio no es de una geometría hiperbólica natural, si no… con una magnitud vectorial matemáticamente de invariancia geométrica artificial. ¿Qué sucede?. Nos preparamos para el Independence day, o seguimos sin creernos que Armstrong pisara la luna. Sin acelerar, como el Universo, es un hecho científico comprobado que en astrofísica hay fuentes de emisión de radio. Son procesos térmicos en su mayoría de objetos muy fríos como el gas interestelar… se abren “ventanas” en el espectro electromagnético y se captan en los radiotelescopios.  Algunas veces es algo tan simple como el hidrógeno que se quema en una estrella como el Sol y que un protón y un electrón roten en diferente sentido.
La tierra lleva tanto tiempo emitiendo señales de radio al espacio… ¿De qué hablamos?. Protocolos de actuación militar que hablen de que vivimos en un mundo lleno de ruidos a frecuencias demasiado elevadas, pulsos de radio en las emisiones solares… hornos de microondas en lugar de extraterrestres que nos envían señales desde unos pocos años luz de distancia. Os contaré una fábula, ciencia-ficción en estado puro. Científicos militares agrietan mediante un hábil juego con partículas elementales transmutadas en materia masiva un agujero de gusano y lo utilizan para trasladarse a un exoplaneta de características similares a la tierra. Y desde allí enviaron la señal… en pasado… “enviaron”. Que el espacio-tiempo es un axioma científico parabólico, porque no cíclico y de un transito curvo. Ir y volver al segundo. Mientras, se financia con buen tino la mentira del SETI, la construye una conspiración sin despeinarse, se juega en las noticias sin esperanza de un mundo en crisis hecha de artificios bélicos y económicos de gran y pequeña escala. El ser humano es humanísticamente gilipollas. Dales una esperanza de futuro autárquico y se mataran para la negación mística y la autentificación de maestrillos calvos que tienen su propio statu quo de la ciencia desde la habitación que cohabitan con otros monos de bata blanca y probeta vacía. Dales una gráfica estándar del pico tentador de una señal de radio por turnos, la posibilidad de un planeta rocoso, una estrella de la magnitud de la nuestra… y pon unos uniformes caqui a pasear presencia, y cagaran que han descubierto lo más grande desde la Coca Light. El espacio está habitado, ¿alguien es tan retrasado mental de dudarlo por un mínimo instante?. El problema es la cárcel de antimateria con barrotes de eones que nos encierra. Quizás el viaje a las estrellas ya no sea cuestión de potentes cohetes y combustibles gelificados, si no de que todos estamos compuestos e integrados de la misma materia estelar que supuestamente nos separa miles de millones de años luz. La paradoja es que la tienda de los chinos está abajo…