Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

El Libro Blanco de la Masonería (Parte ocho: La Voluntad, dos: De cine)


Porque el rock tiene la preferencia... soy cinéfilo, podía haber sido peor, y ser necrófilo… pero, soy cinéfilo. Algo sin importancia, pues… Siempre nos quedará París. Por ejemplo, para echar una parrafada de cine masónico. Pero… ¿hay cine masónico?. Bueno… claro, está la chica de la antorcha, sobre sus tres peldaños… ya sabéis, Columbia… y también, La Paramount… con sus tres picos, al modo de las Pirámides de la Meseta de Giza. Son simbología masónica, pura y dura. Simplemente de la serie de películas de Star Trek daría para un buen puñado de referencias del tipo científico-alegóricas con sus geometrías y geomanías. Y sabido es que con un uniforme rojo o azul de la flota estelar las posibilidades de morir son menores… Es broma, en la serie original… el gafe del rojo era innegable… el de rojo la palmaba casi siempre, los alienígenas se cebaban con los que llevaban pijamas de ese color, quizás porque los veían mejor. Los vestidos de azul y dorado tenían menos posibilidades matemáticas del muere. ¿Protegidos por el Sol y la Luna?. Mmmm… En fin, nunca me han gustado los carnavales en humanidades… aunque en unas películas las referencias sean más explícitas que en otras, por ejemplo en la película Hijos del desierto de Stan Laurel y Oliver Hardy, (El Gordo y El Flaco) la trama se basa en la pertenencia de nuestros héroes a una sociedad masónica. De hecho fue el masón Oliver Hardy quien escribió éste guión. Naturalmente otras veces las cosas no están abiertamente explicitadas. No es el caso de La Búsqueda, (National treasure) protagonizada por Nicolas “Cage” Kim Coppola, producida por Jerry Bruckheimer y dirigida por John Turteltaub que honra algunas virtudes de la masonería. (Y con la referencia “Coppola” obvio la saga de El Padrino… mas no… Apocalipsis now, como referencia a El corazón de las tinieblas de Conrad y el viaje iniciático) Paradigmas masónicos en el cine hay cientos… como en El hombre que pudo reinar con ese Connery/Bond estelar. Toda la película son guiños a la masonería, fotogramas impresos en El Libro Blanco con la alargada sombra de Rudyard Kipling en el fondo del pozo. Ya sabéis, hermanos… Antes del Congo yo era sólo un simple animal…
… Hermano para un príncipe y compañero para un mendigo si los encuentra dignos. Más clara, el agua… ¿verdad?, o… El juego de la vida. También en todo lo escrito estamos hablando de la voluntad del conocimiento. Expongamos otra frase de El hombre que pudo reinar de Kipling: Si quiero una corona tengo que ir a cazarla por mí mismo. Porque alcanzar el corazón de las tinieblas, bajar al infierno de la gnosis, de ese Congo desconocido… se emprende apestando a Napalm por la mañana que “huele a victoria”. ¡Pobre victoria!, de la que hay que huir… cual Johnny Blaze con su moto. Por voluntad propia… y no quiero mezclar más churras y merinas. Sir Arthur Conan Doyle, el creador del legendario detective Sherlock Holmes, era masón. Asesinato por decreto, dirigida por Bob Clark en el año 1.979, es un claro ejemplo de cómo se integra en una trama cinematográfica a una logia masónica. Hay cientos de películas donde podréis ver simbología masónica: La liga de los hombres extraordinarios, Big fish, Centauros del desierto de John Ford, hasta en la película de animación infantil Bienvenido al hormiguero… si no os dáis cuenta no es culpa vuestra. Y hay tantas frases de masonería requetecélebres escritas en “nuestro” particular Libro Blanco con marchamo de cinefilias. Reconocéis ésta: Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad… o, ésta otra: Todos los hombres mueren pero no todos realmente viven… son de dos filmes muy, muy conocidos. Y hablan de algo muy, muy importante de encontrar en el Universo de nuestra Conciencia personal como es La Realidad Radical… más allá de la Libertad absoluta. Otra frase llena de verdad y juicio, de ese juicio y esa verdad que yace en un lugar grabada en piedra, y es cinematográfica: No hay nada más doloroso que tener el espíritu amputado… no hay prótesis para ello. El cine está repleto de grandes actores todos ellos masones, seguro que alguno os suena… Glenn Ford, Stan Laurel y Oliver Hardy, Clark Gable, Harold Lloyd, Harpo Marx, John Wayne, Peter Sellers o Telly Savalas... en el cine clásico, y ahora Brad Pitt, Johnny Deep, (que antes de ser pirata abrió nueve puertas… una broma) o… Jim Carrey… Y en esto como en lo de ser gay… os puedo asegurar que hay hermanos famosos, y anónimos que se piensan muy mucho lo de salir del “armario masónico”. Hay “malas famas” ancestrales… y muchos gilipollas… solariegos.