Porque el rock tiene la preferencia... soy cinéfilo, podía haber sido peor, y ser
necrófilo… pero, soy cinéfilo. Algo sin importancia, pues… Siempre nos quedará
París. Por ejemplo, para echar una parrafada de cine masónico. Pero… ¿hay cine
masónico?. Bueno… claro, está la chica de la antorcha, sobre sus tres peldaños…
ya sabéis, Columbia… y también, La Paramount… con sus tres picos, al modo de
las Pirámides de la Meseta de Giza. Son simbología masónica, pura y dura. Simplemente
de la serie de películas de Star Trek daría para un buen puñado de referencias
del tipo científico-alegóricas con sus geometrías y geomanías. Y sabido es que
con un uniforme rojo o azul de la flota estelar las posibilidades de morir son
menores… Es broma, en la serie original… el gafe del rojo era innegable… el de
rojo la palmaba casi siempre, los alienígenas se cebaban con los que llevaban
pijamas de ese color, quizás porque los veían mejor. Los vestidos de azul y
dorado tenían menos posibilidades matemáticas del muere. ¿Protegidos por el Sol
y la Luna?. Mmmm… En fin, nunca me han gustado los carnavales en humanidades…
aunque en unas películas las referencias sean más explícitas que en otras, por
ejemplo en la película Hijos del
desierto de Stan Laurel y Oliver Hardy, (El Gordo y El Flaco) la trama se
basa en la pertenencia de nuestros héroes a una sociedad masónica. De hecho fue
el masón Oliver Hardy quien escribió éste guión. Naturalmente otras veces las
cosas no están abiertamente explicitadas. No es el caso de La Búsqueda,
(National treasure) protagonizada por Nicolas “Cage” Kim Coppola, producida por
Jerry Bruckheimer y dirigida por John Turteltaub que honra algunas virtudes de
la masonería. (Y con la referencia “Coppola” obvio la saga de El Padrino… mas
no… Apocalipsis now, como referencia a El corazón de las tinieblas de Conrad y
el viaje iniciático) Paradigmas masónicos en el cine hay cientos… como en El
hombre que pudo reinar con ese Connery/Bond estelar. Toda la película son
guiños a la masonería, fotogramas impresos en El Libro Blanco con la alargada
sombra de Rudyard Kipling en el fondo del pozo. Ya sabéis, hermanos… Antes del
Congo yo era sólo un simple animal…
… Hermano
para un príncipe y compañero para un mendigo si los encuentra dignos. Más
clara, el agua… ¿verdad?, o… El juego de la vida. También en todo lo escrito
estamos hablando de la voluntad del conocimiento. Expongamos otra frase de El
hombre que pudo reinar de Kipling: Si quiero una corona tengo que ir a cazarla
por mí mismo. Porque alcanzar el corazón de las tinieblas, bajar al infierno de
la gnosis, de ese Congo desconocido… se emprende apestando a Napalm por la
mañana que “huele a victoria”. ¡Pobre victoria!, de la que hay que huir… cual
Johnny Blaze con su moto. Por voluntad propia… y no quiero mezclar más churras
y merinas. Sir Arthur Conan Doyle, el creador del legendario detective Sherlock
Holmes, era masón. Asesinato por decreto, dirigida por Bob Clark en el año
1.979, es un claro ejemplo de cómo se integra en una trama cinematográfica a
una logia masónica. Hay cientos de películas donde podréis ver simbología
masónica: La liga de los hombres extraordinarios, Big fish, Centauros del
desierto de John Ford, hasta en la película de animación infantil Bienvenido al
hormiguero… si no os dáis cuenta no es culpa vuestra. Y hay tantas frases de
masonería requetecélebres escritas en “nuestro” particular Libro Blanco con
marchamo de cinefilias. Reconocéis ésta: Lo que hacemos en la vida tiene su eco
en la eternidad… o, ésta otra: Todos los hombres mueren pero no todos realmente
viven… son de dos filmes muy, muy conocidos. Y hablan de algo muy, muy
importante de encontrar en el Universo de nuestra Conciencia personal como es
La Realidad Radical… más allá de la Libertad absoluta. Otra frase llena de
verdad y juicio, de ese juicio y esa verdad que yace en un lugar grabada en
piedra, y es cinematográfica: No hay nada más doloroso que tener el espíritu
amputado… no hay prótesis para ello. El cine está repleto de grandes actores
todos ellos masones, seguro que alguno os suena… Glenn Ford, Stan Laurel y
Oliver Hardy, Clark Gable, Harold Lloyd, Harpo Marx, John Wayne, Peter Sellers
o Telly Savalas... en el cine clásico, y ahora Brad Pitt, Johnny Deep, (que
antes de ser pirata abrió nueve puertas… una broma) o… Jim Carrey… Y en esto
como en lo de ser gay… os puedo asegurar que hay hermanos famosos, y anónimos
que se piensan muy mucho lo de salir del “armario masónico”. Hay “malas famas”
ancestrales… y muchos gilipollas… solariegos.