Hoy no tengo que decir que el Rock tiene la preferencia: Mientras ha habido un Dios se ha matado en el
nombre de él, cuando dejó de haberlo se mató en el nombre de La Libertad. Pues
bien, hablemos de esto último: De La Libertad. De La Libertad, y del Rock and
Roll… uno de los últimos reductos de los hombres libres. De que hablan las
letras de las canciones de Rock and Roll: De sexo, de drogas, de Satanás… que
pervertir a la gente joven… a los chicos ya no les interesa el rock and rock, y
todas sus variedades: Melódico, progresivo, metal, hard, death… y demás
etcéteras… en realidad el rock and roll siempre ha sido aunque no lo parezca
algo minoritario. Lo normal ha sido el pop blandito, el blues, el rhythm and
blues, el jazz, el hip hop, el brit pop, y lo mezclo todo bien agitado, lo de
antes y lo de ahora… fusión con flamenco, coreanos raritos, nipones, o ritmos
perreros del Caribe más zumbón de latinajos. Y eso si que es diabólico. Te
quema hasta los puñeteros párpados escuchar esa basura del Reggaeton, que
simplemente tener en su origen el término Reggae me resulta sacrílego… pero eso
es otra historia. Ahora hay quien a ciertos personajes y bandas de Rock and
Roll después de denostarlas durante lustros por satánicas, y menospreciarlas
durantes décadas con el apelativos de dinosaurios del rock… ahora las definen
entre lo paradójico y el escarnio caníbal como “Illuminatis”: El último ataque
al Rock and Roll. Yo cuando corría el año 1.983 entendí perfectamente el
mensaje de un maravilloso compendio musical de casi 46 minutos de duración del
grupo británico Iron Maiden llamado Piece of mind. Ese disco por si sólo merece
unas cuantas páginas que sean escritas en El Libro Blanco de la Masonería. Piece
of mind literalmente en inglés se podría traducir por Trozo de cerebro, pero
tiene otro significado más hermético: Quedarse relajado o tranquilo, o Quitarse
un peso de encima. En la portada aparece
el Eddie de todas las portadas de los álbumes del grupo, (la bestia que
todos llevamos dentro…) esta vez en un manicomio atado a las paredes de una
celda con paredes acolchadas y con camisa de fuerza.
Los más
duchos apreciarán en unas pocas portadas de Iron Maiden, un símbolo como el que
está en la portada Piece of mind en el cual se observa un círculo grande con
uno más pequeño en medio de él, y una flecha apuntando hacia una raya y dos
círculos en los lados. (Explicación "ocultista", no la de la "famosa firma" de Derek Riggs creador de Eddie The Head: El círculo grande representa al Dios Constructor,
y los dos pequeños a las fuerzas opuestas del universo. La barra diagonal
indica la dirección de la inspiración divina, mientras las puntas de las
flechas representan el conocimiento escondido. La línea horizontal representa
la división entre el cielo y la tierra, lo divino y lo humano) Simplemente
la canción Revelations es una maravillosa “revelación” hermética que abre su
disco posterior Powerslave. Y su enigmática letra no habla de otra cosa que de
ese “Reino de Conciencia” que se abre con El Libre Albedrío. Con La Libertad de
esa Magnum opus que es el sonido de la batería de Where eagles dare. (Anubis espera dentro) En fin, un
servidor entendió ya hace más de 33 años que llamar a la “paz mental”, y el
despertar de la Conciencia como algo satánico era propio de cabezas enterradas
en el oscurantismo y la superstición. Afortunadamente cada vez son menos. Pero
ocurre el fenómeno del fanatismo conspiranoico, y la borreguna que entonces nos
llamaba Hijos de Caín, y otras cosas peores ahora nos llama Hijos de la Luz.
Pues ni churras ni merinas… Entendamos que todos somos hermanos e “hijos”, no
sé si “putativos”, y esto último es "otra" broma que me permito gastar, de un
mismo Dios Arquitecto del Universo al que se le “venera” de múltiples maneras.
Igual en singular con una ecuación matemática que desentraña un principio
físico, que con un riff de guitarra. No importa que alguien no entienda la
letra de Rock or bust, o Hard as a rock de AC/DC… para la carroña bien pensante
que en cien años se quedara calva y cadavérica ya están Ana Belén y Victor
Manuel, Malú, Niña Pastori, Sergio Dalma y las ciento y una galas de la televisión
enajenante. El Rock and Roll como esos viajes iniciáticos que no sabes donde
van a acabar, es para gentes de mal vivir. Como La Balada del Anciano Marinero,
el poema versionado por los Maiden... cada uno de nosotros en El Libro Blanco de
la Masonería decidimos nuestro destino de caridad, humildad, soberbia y poder.
Ser marinero, novia arrebatada por la “lúgubre” historia… incluso, albatros.
Barco… vida, o muerte. En el Rock confiamos… es el Rock o nada, o nos vamos a
procesionar imágenes de hermoso fervor oscurantista...
... o un poco de Coltrane.
... o un poco de Coltrane.