Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

El Libro Blanco de la Masonería: (Mil idioteces necesarias)


Alguna teoría muy sería sobre la creación de nuestro universo sugiere que el universo que habitamos y conocemos podría ser cual un holograma de un lejano universo tal vez ya perdido desde hace eones de tiempo, multireplicado, donde infinitas leyes físicas juegan con todas sus dimensiones, donde la vida nace, se desarrolla y muere, aleatoriamente. Donde Dios como les gustaría a tantos y tantos hermanos, no tiene cabida, pues no tiene un rol de creador en él. Dejó su creación de cero jugadores funcionando sóla. Un Juego de la vida holográfico con infinitas celdas individuales en múltiples dimensiones particulares que se encienden y apagan aleatoriamente formando galaxias y mundo habitados, civilizaciones que nacen, llegan a su apogeo, y se autodestruyen o sobreviven y perduran en mitad de un caos estelar de fuerzas físicas megapoderosas donde algunas razas inteligentes se aventuran a hacer hipótesis sobre el origen del Todo, o tal vez incluso tengan posibilidad de transformar sus propios mundos, o quien sabe si conocer en profundidad sus sistemas planetarios y ser capaces de "modificarlos" en su provecho… ¿Y si el espacio contara con menos dimensiones de las que parece?. ¿Y si la curvatura holográfica de un universo donde habitamos fuera sólo una malla de coordenadas y tiempo plano?. Nuestro universo “holográfico” funcionaría como una tarjeta de crédito en dos dimensiones, que percibimos comos tres. Por una parte estarían los espacios curvos gravitaciones, y por otro, un campo cuántico con una dimensión menos. Los fenómenos gravitacionales se percibirían en las partículas cuánticas de esas tres dimensiones “holográficas”… y los calcularíamos en esa malla encendiéndose y apagándose con cero jugadores sobre las dos dimensiones de nuestro tablero de ajedrez. Como si sobre su celdilla nuestro planeta “tridimensional” girara en un universo falsamente tridimensional… plano. La gravedad cuántica permitiría una descripción holográfica de esos campos de fuerza físicos donde la luz juega en cuadrículas con agujeros negros… campos de “baja dimensión” donde galaxias enteras se entrelazan en una entropía indescifrable…
… o a lo peor… es todo infinitamente más sencillo. Y el universo es simplemente un vacío relleno de materia y energía oscura en una expansión acelerada sin fondo que sujeto por una supergravedad anterior al Big Bang mantiene la estructura del cosmos relativamente inalterada por tiempo y tiempo que somos incapaces de relativizar a escala humana. Nuestros dioses “humanos” y “humanísticos” de parroquias, sinagogas y mezquitas… no pueden jugar en ésta liga mayor de edad científica. Están embarrados en el lodo primigenio de la compresión del Ser protohombre que absolutamente empequeñecido mira el cosmos inmenso y misterioso con sus cuentos de Adán y Eva, Noe, Moises, Abraham, Buda, Jesucristo, Mahoma, sus guerras y el Apocalipsis… Creer en algo o en nada es igual, ser ateo… o, no serlo… a nivel del universo creado es una ridiculez mayúscula. Sólo nos podemos enfrentar a un dilema matemático de la creación. ¿Dios Constructor del Universo ha formulado con una mente absoluta éste galimatías estelar, o hay cero jugadores jugando ésta partida infinita del Juego de la vida?. Esa es una pregunta que yo tengo respondida convenientemente desde mi Realidad Radical, pero que no puedo responder por la clarividencia de cada uno de mis hermanos. Tenéis que llegar a una conclusión por vosotros mismos e imaginar donde acaba la bestia que habita en ese "vacío". ¿Qué sois realmente?. Hologramas o partes de una mente compleja de Dios, que os convierte a su vez en dioses pequeños con capacidades extraordinarias de modificar la creación. Si vuestros propios ojos os engañan y veis el cielo azul, la hierba de color verdoso, la sangre roja, y el Sol áureo… ¿por qué creéis qué no hay Dios, que la verdad es el poder terrenal de los poderosos, la guerra de las… “bestias” humanas… la religión, o alguna puñetera ideología?. La evolución es tan real como los componentes en los que se descompone la luz, o como cuando nos damos un fraternal apretón de manos y la carga eléctrica de nuestras partículas elementales nos impide fusionarnos con nuestro prójimo. Podemos viajar al final del universo filosóficamente con tan sólo girarnos, y a un tiempo… estamos perdidos individualmente en el espacio. Atrapados entre el bien y el mal… perseguidos por la negritud de la intolerancia religiosa, y de la ciencia práctica bien pensante. De los dramas cotidianos. Por los “hombres libres”, la política, el mercadeo… mil idioteces necesarias…