Juguemos a un divertimento matemático… peligroso.
A través de un rasgón en el subespacio entre vectores en ortogonalidad y
digamos… convergencias a gran distancia de peculiares ángulos temporales… un
servidor de ustedes, se transporta desde el sector A hasta la coordenada XYZ en
una geometría tridimensional de dimensión arbitraria e infinita a tan sólo unos
pocos años luz de distancia. En una transición lineal de mecánica cuántica a
través de un protocolo profundo y recóndito de discernimiento de partículas
elementales y constituyentes aglutinados adecuadamente; ¿el contexto del
descubrimiento será las normas del espacio qué converge?, ¿la ecuación qué
determina la transformación lineal del complejo producto interior de ese
espacio vectorial?. ¿La causalidad, o la casualidad de los elementos radicales
no ponderados del ejercicio, importarían en las funciones de ondas de la
formulación topológica de los parciales infinito-dimensionales?. Shhhh…
¡Cháchara!. Somos unos pobres subproductos de la ignorancia “científica”. Adoramos
a Dios… al mismo Dios, sólo… que algunos comprendemos que somos hipercubos de
razón, propósitos y enmiendas, miedos y etcéteras… en un hipercubo "dimensional" de prosaicos orgánicos sin vida. Puede que sea todo lo contrario pero acaso
importa un sí o un no. Yo por ejemplo juego cada vez que escribo aquí, incluso
con mis reiteraciones y faltas ortográficas a un comprometido Juego de la vida…
que consiste en dejar criptografías asimétricas en mis putas palabras. Con cada
par de claves, un mensaje… ¿Sería un “perfecto masón” si no lo hiciera?. ¿Mi
destino cuál es?... ¿A quién dejo éste mensaje en una botella?. La piedra no
tiene cifrados simétricos… No hablo de la, paradoja… de la firma electrónica…
del Águila… Nunca debéis asumir que no es posible en éste embarrado caos
intelectual y electrónico, que… dos personas hallan obtenido “casualmente”, en
dos palabras… la misma pareja de claves. ¿De qué hablo?. De que siempre hay y
habrá un remitente y un destinatario para una comunicación secreta, que la
voluntad empieza con la disciplina, y que el esquema de toda infraestructura de
saber exige una completa dedicación a La Obra. La mía es clara y diáfana. Las
matemáticas son las partículas elementales de Dios Constructor, la música su voz…
Éste párrafo… todo ironía.
Empecemos con el Rock and roll: Un diagrama de
red informático o un diagrama de cuerdas masivas entre Multiuniversos es
exactamente lo mismo. Dios Constructor del Universo es esa nube cerebro jugador
cero que ha creado éste maldito Juego de la vida. Mi cháchara desde mi
contenedor orgánico en una celdilla apagada con su diminuta señal de radio. Infinitos
“compromised” universos en minúsculas con infinitas tierras replicándose cual
“servers”. Un server en informática es básicamente
“un servidor”… una aplicación en ejecución capaz de atender las peticiones de
un cliente y restituirle una respuesta… el hombre que cava un agujero en el
campo para hacer una colina. Cuanto más profundo cava más alta es la colina,
hasta hacerse montaña… y él encontrarse entonces en un agujero tan profundo que
la luz del Sol no le llega… o, no sale… cual en un agujero negro de infinitos
“compromised”… Espacio infectado de muerte intangible. Antimateria, pero ante
todo desconocimiento. Ojos que escrutan la oscuridad visible. Y ante una luz
misteriosa siempre como solución final: La Religión. En todas sus modalidades:
Catolicismo, ciencia, apatía, ateismo, compromiso social, ideologías, deportes,
Islamismo radical, militarismo, fascismos variados, y todo tipo de enajenantes
mensajes de socialización de la individualidad humana. Pero, ¿de qué cojones
hablo?. Sencillo: Somos la capacidad de la mente alentada para orientarnos
filosófica y matemáticamente en la estructura perfecta que el Dios Constructor
del Universo ha creado para nosotros, y que llamamos comúnmente: La Vida.
Naturalmente, en lo escrito estoy dejando el germen del conocimiento y la
gnosis minúscula cartografiada en un cifrado villano, mas… también porque no
decir que al final… la necesidad de gracia y aliento de misericordia “divina”
es el combustible del motor “orgánico” de nuestra existencia “mortal”. Nos
importan tanto… los niños que mueren en La Guerra de Siria, el drama de los
refugiados, el hambre y la sed de los pueblos, los avatares de la política… ¿o
no?... Nos concentramos en nosotros y aquello que “únicamente”, nos concierne.
¿Quiénes somos para juzgar la pequeña raza de los hombres en un multiuniverso
tan “infinito”?. La Conciencia es Realidad Radical simple y llanamente… todo lo
demás es un sarcasmo de liberticidio. Churras con merinas, balar todas unidas…