Con los años te das cuenta de todas aquellas
cosas que tienes sobrevaloradas… en la vida en general, en el cine, en el arte…
la literatura, la poesía… de la amistad, de la hermandad, de la libertad… con
la política, y la mística… con el “universo” del las ideas, el conocimiento, y
todos los electrones que giran alrededor del átomo de El Dios Constructor del
Universo. Os voy a poner un ejemplo cinematográfico muy simple: La primera vez
que vi Blade runner me pareció una obra maestra, y quizás para algunos lo sea…
pero ahora, revista y revisitada muchas veces… me parece un auténtico coñazo. Un
peñazo de película que se ha quedado viejuna, pesada cual un domingo sin
fútbol… aburrida. A la mierda la película con su Puerta de Tannhäuser y El replicante Roy Batty y sus “lágrimas
en la lluvia”. Todo está demasiado sobrevalorado… En cambio veo una película
minusvalorada totalmente como es Rocky, y la disfruto… No es una obra maestra. La
historia del cine podría pasar sin ella, sólo es una historia más… pero, es una
magnífica historia de perdedores. Me refiero al Rocky original, no a los
engendros siguientes… II, III, IV, V… que a veces pienso… ¡bueno!... y si por
los menos, sirvieron, para enseñar los números romanos, a los niños
norteamericanos… Pues eso… que hay demasiadas cosas mega-hiper-sobrevaloradas. La
amistad por ejemplo. Siempre he envidiado a esos que como mi padre creían tener
cientos de amigos al estilo de El Fary, o… tope 5.000 en plan Facebook… la vida
me ha enseñado que los amigos mueren… en la guerra, en la paz, en la traición…
o, entre la niebla de los años que pasan. Lo bueno es que uno encuentra
hermanos que desconoce en el camino… y eso, está minusvalorado. Como la
Inteligencia… Cuándo a los hombres les dejen de gustar las mujeres de pechos
grandes y culos zumbones, y a las mujeres los hombres de culos prietos y torsos
hercúleos… tal vez los cerebros “grandes”, y… “musculados” se pongan in mode on fire en éste medievo de la mediocridad que vivimos. Porque está claro que hiper-mega-sobrevaloramos la puñetera y jodida sociedad de consumo con todas sus soluciones versátiles:
Más megas, más metros cuadrados, más omega tres… pastillas para poner duros los
penes de la caballería-humana más tiempo… y no para pensar, más adecuadamente…
a mayor largo plazo. Eso parece anatema di luna...
Lo
sobrevalorado es todo lo que casi toda la raza humana siente como
imprescindible, cuando realmente imprescindible no hay casi nada. La ropa de
marca está sobrevalorada, y demasiado. Te juzgan por llevar unos calzoncillos
de Adidas, o por una colonia de Loewe, una chaqueta de cuero de Armani, comprar
en Amazon… o leer a Murakami. ¿Quién no ve sobrevalorado a Dan Brown, El
alquimista de Paulo Coelho… Caballo de Troya de J. J. Benítez?. ¿Quién de
verdad, no ve sobrevalorado a Van Gogh… o minusvalorado al Gran Diego Velásquez
cuándo comparan sus claroscuros con los de Rembrandt?. ¿No está minusvalorado
Stephen King… o el talento de Stan Lee?... Seguro que ellos han hecho más por
hacer que el personal aprendiera a leer en los Estados Unidos que Ernest
Hemingway. ¿Conocéis La Teoría Triárquica de la Inteligencia?. Para Sternberg,
el hombre que desarrolló la teoría: Toda la actividad mental está dirigida
hacia la adaptación intencional, selección o la transformación de los entornos
del mundo real relevantes en la propia vida. (Yo añadiría, en su Juego) De modo
que los Entes humanos deberían entender La Radicalidad del juego como sus tres
modos de entender La Inteligencia: Uno: El modo Analítico Componencial de La
Serpiente de nuestra guerra interior. Dos: El modo Creativo Experimental del
Águila. Y Tres: El modo Práctico Contextual de El Dragón… Y no me voy a
enrollar más al respecto… sólo haré una pregunta: ¿La Inteligencia está
sobrevalorada?. Subpregunta: ¿Ésta teoría está… minusvalorada?. Yo entiendo la
vida como una búsqueda continua y perfecta de los componentes de adquisición
del conocimiento para reconocer metódicamente La Conciencia y encontrar a Dios
en los problemas y las soluciones de cada día, entre los procesos básicos de la
mente y la Gran Gnosis… En esos pequeños milagros hermanos que son conocer los
fundamentos del universo que habitamos, queriendo y sin querer. ¿Cuánto
minusvaloramos la verdad?. Tanto como una película de Stallone. ¿Sobrevaloramos
la amistad como La Gioconda de da Vinci?. Cual si Leonardo sólo fuera una
sonrisa enigmática enclaustrada en una irresoluble ecuación matemática. ¿Tan
torpes somos?. Sobrevaloración… Perugino también fue Renacimiento, y della
Francesca no sólo Miguel Ángel… Balar churras y merinas, balar.