Como hacer "turismo matemático" en La Catedral de Amiens... VIRTUS UTEM. En nuestra imperfección está la
capacidad de todos los elementos. Los elementos de la naturaleza, atómica…
singular e individual. También los elementos que nos forman como entes humanos
dentro de nuestra propia Conciencia como electrones orbitando el sistema y sus
consecuencias. Pues eso… que nuestra más genuina imperfección es ese magnífico porte
absolutamente majestuoso de nuestras más exiguas partículas elementales. Y desde
toda nuestra “imperfección” de algo que no sólo es falsa honradez, aparente
humildad, incluso ilusoria y quimérica integridad moral podemos conformar una
entidad perfeccionada humanista que nos libere del pesado yugo del oscurantismo
social, cultural, religioso e ideológico. Puede parecer una obviedad pero el
ser justos es el prodigo casi vulgar de la práctica de la piedad. La Gran
Humanidad, la verdadera humanidad del hombre está en la experiencia del
altruismo hacia los otros como forma de alcanzar la virtud máxima y de
ensanchar los límites del conocimiento. Cuando reconocemos nuestra imperfección
más humilde estamos dando espacio de conciencia creativa a nuestra pequeña
Conciencia con todos sus “singulares” elementos de Justicia y Libertad. Simplemente:
En la sabiduría sencilla no hay dolor; y un ánimo de firme equidad no puede si
no lograr La Bondad en el destino de nuestras más rectas obras. Un corazón
prudente de amor a nuestros iguales y con la suma capacidad de ayudar a
nuestros hermanos es más necesario que un profundo pensamiento que sea contradicho
de fuerza, e idiotismo enfermo de un poder banal por cambiar lo que no funciona
aunque sea con las mejores intenciones. Tenemos que hacer de la virtud,
ejemplo, y no los contrafuertes de un E.S.T.E. fastuoso… pero, sin sentido. Cada
pedazo de materia de éste universo es tan importante como el más minúsculo
pedacito de partícula elemental que vibra en mitad de la superficie real
ajedrezada donde S.A.P.I.E.N.T.I.A. nos espera para regenerarnos en la mente
global, infinita y poderosa de La Suprema Gnosis del Dios Arquitecto
Constructor del Universo, y nuestro U.N.O. individual. Buscar una verdad que
nos de sentido es como buscar el interruptor de la luz en mitad de una oscuridad
que nos rodea de turbaciones e incertidumbres. Tenemos que acabar primero con
nuestro pánico a La Libertad auténtica enterrada en el oscurantismo de nuestro
“contrato social” tecnológico, para ser Entes Libres.
Porque mis imperfecciones, principalmente las
imperfecciones de mis elementos que me definen como ser humano… me delimitan. Concretan
y fijan mis actos. Los límites de mi bondad, y mi capacidad para concretar mi
ámbito de justicia e igualdad. Sin mis imperfecciones no podría ser hermano de mis
iguales, ni libre ni justo soberano de mis principios. Ayudar no puede ser un
acto de fe sin más, tenemos que asumir las consecuencias de permutar el status
quo de lo que significa el poder de trocar todo aquello que no funciona. Para
que una acción realizada con nobleza y virtud, no llegue nunca a convertirse
en un hecho impuro, en un impulso… o, en
una doctrina de corrupción generalizada. Para mi desgracia he tenido que ver
últimamente como algunos grandes “campeones” de la solidaridad y la defensa en
la ayuda a los más necesitados y vulnerables han caído entre las redes mal
tejidas de la más vil y peor podredumbre de deshonesta maldad que es posible.
La de quitar nada a los que tan siquiera tienen algo. Siempre recuerdo el lema
de la Universidad de Deusto fundada por la Compañía de Jesús: Sapientia melior auro… La Sabiduría vale más… (Que el
oro…) Y así recuerdo paseos por aceras mojadas en otros tiempos… y bajo
frontispicios donde aprendí el oficio, tres plantas de tres arcos imperfectos
hecho Templo del Saber y de la VIRTUS UTEM en tiempos de ignominia. El Ven. M.
A.A. General P.A.S. me enseñó más sobre la “imperfección” de ciertas curias
ordenadas y paganas de lo que sería menester. Por ello ya no soy rito y lapis
reprobatus secretum custoditum. No hay que tenerle miedo a la luz del día. Buscar
pretextos con finalidades execrables. Conspirar contra el bienestar de la
mayoría de los hermanos y hermanas que vagan en la oscuridad sin encontrar el
interruptor de la luz… desde posiciones de poder, e “instituciones”… más o
menos, “públicas”… El agua es igual de clara y saciante para todos aquellos que
desean con “fervor” beber de unas mismas fuentes de conocimiento. El incendio
que nunca debe apagar La Inteligencia es aquel que “arde” dentro de nosotros
como ansia sin descanso de saber, y seguir progresando en la constante
perfección personal, y colectiva. Debemos de trabajar más allá de donde alcance
el límite mismo de nuestro trabajo personal. Y entendamos perfectamente que la
piedra más hermosa sin pulir no es más que otra piedra cualquiera… Nuestra guía
es el cristal de agua transparente de la joya más insignificante posible
debidamente pulida y torneada. Beber, y liberad la sed…