Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

S.A.P.I.E.N.T.I.A. (Parte tres: VIRTUS UTEM, lapis reprobatus... y a pulir)


Como hacer "turismo matemático" en La Catedral de Amiens... VIRTUS UTEM. En nuestra imperfección está la capacidad de todos los elementos. Los elementos de la naturaleza, atómica… singular e individual. También los elementos que nos forman como entes humanos dentro de nuestra propia Conciencia como electrones orbitando el sistema y sus consecuencias. Pues eso… que nuestra más genuina imperfección es ese magnífico porte absolutamente majestuoso de nuestras más exiguas partículas elementales. Y desde toda nuestra “imperfección” de algo que no sólo es falsa honradez, aparente humildad, incluso ilusoria y quimérica integridad moral podemos conformar una entidad perfeccionada humanista que nos libere del pesado yugo del oscurantismo social, cultural, religioso e ideológico. Puede parecer una obviedad pero el ser justos es el prodigo casi vulgar de la práctica de la piedad. La Gran Humanidad, la verdadera humanidad del hombre está en la experiencia del altruismo hacia los otros como forma de alcanzar la virtud máxima y de ensanchar los límites del conocimiento. Cuando reconocemos nuestra imperfección más humilde estamos dando espacio de conciencia creativa a nuestra pequeña Conciencia con todos sus “singulares” elementos de Justicia y Libertad. Simplemente: En la sabiduría sencilla no hay dolor; y un ánimo de firme equidad no puede si no lograr La Bondad en el destino de nuestras más rectas obras. Un corazón prudente de amor a nuestros iguales y con la suma capacidad de ayudar a nuestros hermanos es más necesario que un profundo pensamiento que sea contradicho de fuerza, e idiotismo enfermo de un poder banal por cambiar lo que no funciona aunque sea con las mejores intenciones. Tenemos que hacer de la virtud, ejemplo, y no los contrafuertes de un E.S.T.E. fastuoso… pero, sin sentido. Cada pedazo de materia de éste universo es tan importante como el más minúsculo pedacito de partícula elemental que vibra en mitad de la superficie real ajedrezada donde S.A.P.I.E.N.T.I.A. nos espera para regenerarnos en la mente global, infinita y poderosa de La Suprema Gnosis del Dios Arquitecto Constructor del Universo, y nuestro U.N.O. individual. Buscar una verdad que nos de sentido es como buscar el interruptor de la luz en mitad de una oscuridad que nos rodea de turbaciones e incertidumbres. Tenemos que acabar primero con nuestro pánico a La Libertad auténtica enterrada en el oscurantismo de nuestro “contrato social” tecnológico, para ser Entes Libres.
Porque mis imperfecciones, principalmente las imperfecciones de mis elementos que me definen como ser humano… me delimitan. Concretan y fijan mis actos. Los límites de mi bondad, y mi capacidad para concretar mi ámbito de justicia e igualdad. Sin mis imperfecciones no podría ser hermano de mis iguales, ni libre ni justo soberano de mis principios. Ayudar no puede ser un acto de fe sin más, tenemos que asumir las consecuencias de permutar el status quo de lo que significa el poder de trocar todo aquello que no funciona. Para que una acción realizada con nobleza y virtud, no llegue nunca a convertirse en  un hecho impuro, en un impulso… o, en una doctrina de corrupción generalizada. Para mi desgracia he tenido que ver últimamente como algunos grandes “campeones” de la solidaridad y la defensa en la ayuda a los más necesitados y vulnerables han caído entre las redes mal tejidas de la más vil y peor podredumbre de deshonesta maldad que es posible. La de quitar nada a los que tan siquiera tienen algo. Siempre recuerdo el lema de la Universidad de Deusto fundada por la Compañía de Jesús: Sapientia melior auro… La Sabiduría vale más… (Que el oro…) Y así recuerdo paseos por aceras mojadas en otros tiempos… y bajo frontispicios donde aprendí el oficio, tres plantas de tres arcos imperfectos hecho Templo del Saber y de la VIRTUS UTEM en tiempos de ignominia. El Ven. M. A.A. General P.A.S. me enseñó más sobre la “imperfección” de ciertas curias ordenadas y paganas de lo que sería menester. Por ello ya no soy rito y lapis reprobatus secretum custoditum. No hay que tenerle miedo a la luz del día. Buscar pretextos con finalidades execrables. Conspirar contra el bienestar de la mayoría de los hermanos y hermanas que vagan en la oscuridad sin encontrar el interruptor de la luz… desde posiciones de poder, e “instituciones”… más o menos, “públicas”… El agua es igual de clara y saciante para todos aquellos que desean con “fervor” beber de unas mismas fuentes de conocimiento. El incendio que nunca debe apagar La Inteligencia es aquel que “arde” dentro de nosotros como ansia sin descanso de saber, y seguir progresando en la constante perfección personal, y colectiva. Debemos de trabajar más allá de donde alcance el límite mismo de nuestro trabajo personal. Y entendamos perfectamente que la piedra más hermosa sin pulir no es más que otra piedra cualquiera… Nuestra guía es el cristal de agua transparente de la joya más insignificante posible debidamente pulida y torneada. Beber, y liberad la sed…