VIRTUS UTEM. Somos imperfectos… ¿y qué?.
También somos todos nosotros, buscadores… de algunas verdades. Porque entre la
podredumbre humana y la honestidad hay un balance de La Libertad. Entre el
vicio de pedir, que decía mi abuela materna, y la virtud de no dar… o como
entre dientes aserraba aseverando mi yaya de las tierras bajas de Escocia:
Entre el “vicio de ayudar, y… La Virtud, de darse. Si pulimos nuestra piedra de
imperfecciones con las herramientas del libre albedrío tal vez encontremos algo
de ese perfeccionamiento humanista que buscamos. Y descubramos que hay una
alternativa más “humana” a ese permanente sacrificio de La Conciencia de tener
que elegir una, y otra, y otra vez, sin descanso, entre el bien y el mal. Entre
la “falsa honestidad” que nos demandan las costumbres cainitas de éste sistema
de hábitos perversos en el vivimos… y aquello que La Gran Humanidad a la que
todos nosotros pertenecemos, demanda de nuestros entes humanos como potenciales
Hombres y Mujeres Libres. Pero mientras esperamos la emancipación como aquello
que creemos ser sólo nos queda el conformarnos con unos ciertos instintos
“seudoanimales” de moralidad donde carecemos de El Poder que puede con todas
las cosas. Donde la única alternativa posible es la degeneración, la
degradación de los buenos sentimientos que emanan sin la conveniente gnosis de
nuestra conciencia. Es una obviedad decir que la imperfección es anterior a la
“perfección”. Y que por lo tanto, La Bondad es preciosa. La práctica de un
sistema de “honradez” por lo tanto, sobre la base de ayudar a los hermanos, son
los cimientos del edificio de las columnas de E.S.T.E. sobre las que se asienta
el frontispicio iniciático ergo filosófico e intelectualmente... científico-esotérico
de S.A.P.I.E.N.T.I.A. Sin alternativa para elegir entre el bien y el mal, El
Templo es U.N.O., individual y de Memoria Colectiva de Toda Especie, dicho con su propiedad. De Pensamiento Libre.
Llamado G.A.D.U. Todos y todas las formas de la Humanidad vivientes. El Libre
Albedrío se hace entonces Inteligencia y Libertad, y desaparece el apego. El
Sol nos alumbra desde el interior de nosotros mismos con millones de rayos del
perfeccionamiento “humano”. Irradiamos verdad. Hemos triunfado con nuestra
disciplina hermética y el conocimiento de la recia VIRTUS UTEM. Ya no consumaremos
ninguna acción perversa contra nuestros semejantes porque hemos comprendido que
nos debemos al ejercicio constante de amarlos. No hay mayor placer ni deleite
más exquisito que “construir” al ente que hay en cada uno de nosotros.
Somos imperfectos… ¿y qué?. Quizás opuestos a
la virtud… la honradez, la honestidad, la justicia… Cuantas veces no nos
preguntamos: ¿Oh Dios, por qué permites el mal en el mundo?. Una
respuesta-pregunta que nace, y muere en cada uno de nosotros. La pregunta del
suelo ajedrezado del Templo de S.A.P.I.E.N.T.I.A. es individualizada: ¿Oh
E.S.T.E., VIRTUS UTEM… Conciencia, Hermano… por qué no haces nada para evitar
el dolor de tus semejantes?. ¿Por qué vas a misa mañana a escuchar escrituras
de oscuridad, en lugar de "elevar", (simbólicamente) a ese prójimo caído que no consigue
levantarse y andar de nuevo por el mismo?. Conduce tu humanidad al conocimiento
por el conocimiento, no a la “falsa virtud” por la recompensa. ¿Por qué hacer
la guerra, santa o impía, por la supremacía de una “verdad aparente” sobre otra
para gloria de la Tierra abrasada y “la pequeña humanidad”, exterminada?. Las
religiones y todas las ideologías alienantes del hombre sin grandeza apestan
igual. Convierten al “ser humano inconsciente” en “entes despreciables” de un
pobre humanismo muy limitado. La Libertad es demasiado infinita e ilimitada
para perderla en abusar del espíritu liberticida que nos brinda un infortunado
medio social enfermo de corrupción sistémica y abusos de poder temporal. De
modo que antes de los rituales, la vanagloria de ser antes que del ser hecho
ente… antes del grado, y La Verdad Suprema… está el combatir dentro de nosotros
mismos la “falsa conciencia”, y la “falsa virtud”. Lo diré con toda la claridad precisa: Primero es obrar con
humildad La Obra de amar a nuestros semejantes, y ayudar a nuestros hermanos.
Todo el Todo, sin excepción. No sólo esa parte que el oscurantismo de la “falsa
correspondencia” de equivalencia religiosa observa. Tan hermano mío es un
musulmán, un ateo, un gay, un fascista, un cristiano, un manporrero, una
prostituta, un comunista, una lesbiana, un chino, un negro, un azul, un
caballo, o una bacteria alien… La Obra VIRTUS UTEM es amar su Conciencia y su
Realidad Radical, y bajo el Templo de S.A.P.I.E.N.T.I.A. ayudar a la hermandad
universal que nos une. Con todos nuestros conocimientos científicos, secretos
herméticos, caminos de Libertad, de Pensamiento, de Fuerza, de auténtica
Justicia. Siendo bajo las columnas de E.S.T.E. la luz que ilumina la oscuridad
visible que nos "condena", y aplasta. Sin buscar el reconocimiento, la “tramposa humildad” de la maliciosa altanería
hecha supremacía religiosa-ideo/logizada… algo estúpido... Concluyo éste “prólogo”… Sólo, una
última nota: S.A.P.I.E.N.T.I.A., es más que el nombre de un templo, o… “Dios”…
Eres tú.