Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

S.A.P.I.E.N.T.I.A. (Parte uno: VIRTUS UTEM, parte dos final, del Prólogo)


VIRTUS UTEM. Somos imperfectos… ¿y qué?. También somos todos nosotros, buscadores… de algunas verdades. Porque entre la podredumbre humana y la honestidad hay un balance de La Libertad. Entre el vicio de pedir, que decía mi abuela materna, y la virtud de no dar… o como entre dientes aserraba aseverando mi yaya de las tierras bajas de Escocia: Entre el “vicio de ayudar, y… La Virtud, de darse. Si pulimos nuestra piedra de imperfecciones con las herramientas del libre albedrío tal vez encontremos algo de ese perfeccionamiento humanista que buscamos. Y descubramos que hay una alternativa más “humana” a ese permanente sacrificio de La Conciencia de tener que elegir una, y otra, y otra vez, sin descanso, entre el bien y el mal. Entre la “falsa honestidad” que nos demandan las costumbres cainitas de éste sistema de hábitos perversos en el vivimos… y aquello que La Gran Humanidad a la que todos nosotros pertenecemos, demanda de nuestros entes humanos como potenciales Hombres y Mujeres Libres. Pero mientras esperamos la emancipación como aquello que creemos ser sólo nos queda el conformarnos con unos ciertos instintos “seudoanimales” de moralidad donde carecemos de El Poder que puede con todas las cosas. Donde la única alternativa posible es la degeneración, la degradación de los buenos sentimientos que emanan sin la conveniente gnosis de nuestra conciencia. Es una obviedad decir que la imperfección es anterior a la “perfección”. Y que por lo tanto, La Bondad es preciosa. La práctica de un sistema de “honradez” por lo tanto, sobre la base de ayudar a los hermanos, son los cimientos del edificio de las columnas de E.S.T.E. sobre las que se asienta el frontispicio iniciático ergo filosófico e intelectualmente... científico-esotérico de S.A.P.I.E.N.T.I.A. Sin alternativa para elegir entre el bien y el mal, El Templo es U.N.O., individual y de Memoria Colectiva de Toda Especie, dicho con su propiedad. De Pensamiento Libre. Llamado G.A.D.U. Todos y todas las formas de la Humanidad vivientes. El Libre Albedrío se hace entonces Inteligencia y Libertad, y desaparece el apego. El Sol nos alumbra desde el interior de nosotros mismos con millones de rayos del perfeccionamiento “humano”. Irradiamos verdad. Hemos triunfado con nuestra disciplina hermética y el conocimiento de la recia VIRTUS UTEM. Ya no consumaremos ninguna acción perversa contra nuestros semejantes porque hemos comprendido que nos debemos al ejercicio constante de amarlos. No hay mayor placer ni deleite más exquisito que “construir” al ente que hay en cada uno de nosotros.
Somos imperfectos… ¿y qué?. Quizás opuestos a la virtud… la honradez, la honestidad, la justicia… Cuantas veces no nos preguntamos: ¿Oh Dios, por qué permites el mal en el mundo?. Una respuesta-pregunta que nace, y muere en cada uno de nosotros. La pregunta del suelo ajedrezado del Templo de S.A.P.I.E.N.T.I.A. es individualizada: ¿Oh E.S.T.E., VIRTUS UTEM… Conciencia, Hermano… por qué no haces nada para evitar el dolor de tus semejantes?. ¿Por qué vas a misa mañana a escuchar escrituras de oscuridad, en lugar de "elevar", (simbólicamente) a ese prójimo caído que no consigue levantarse y andar de nuevo por el mismo?. Conduce tu humanidad al conocimiento por el conocimiento, no a la “falsa virtud” por la recompensa. ¿Por qué hacer la guerra, santa o impía, por la supremacía de una “verdad aparente” sobre otra para gloria de la Tierra abrasada y “la pequeña humanidad”, exterminada?. Las religiones y todas las ideologías alienantes del hombre sin grandeza apestan igual. Convierten al “ser humano inconsciente” en “entes despreciables” de un pobre humanismo muy limitado. La Libertad es demasiado infinita e ilimitada para perderla en abusar del espíritu liberticida que nos brinda un infortunado medio social enfermo de corrupción sistémica y abusos de poder temporal. De modo que antes de los rituales, la vanagloria de ser antes que del ser hecho ente… antes del grado, y La Verdad Suprema… está el combatir dentro de nosotros mismos la “falsa conciencia”, y la “falsa virtud”. Lo diré con toda la claridad precisa: Primero es obrar con humildad La Obra de amar a nuestros semejantes, y ayudar a nuestros hermanos. Todo el Todo, sin excepción. No sólo esa parte que el oscurantismo de la “falsa correspondencia” de equivalencia religiosa observa. Tan hermano mío es un musulmán, un ateo, un gay, un fascista, un cristiano, un manporrero, una prostituta, un comunista, una lesbiana, un chino, un negro, un azul, un caballo, o una bacteria alien… La Obra VIRTUS UTEM es amar su Conciencia y su Realidad Radical, y bajo el Templo de S.A.P.I.E.N.T.I.A. ayudar a la hermandad universal que nos une. Con todos nuestros conocimientos científicos, secretos herméticos, caminos de Libertad, de Pensamiento, de Fuerza, de auténtica Justicia. Siendo bajo las columnas de E.S.T.E. la luz que ilumina la oscuridad visible que nos "condena", y aplasta. Sin buscar el reconocimiento, la “tramposa humildad” de la maliciosa altanería hecha supremacía religiosa-ideo/logizada… algo estúpido... Concluyo éste “prólogo”… Sólo, una última nota: S.A.P.I.E.N.T.I.A., es más que el nombre de un templo, o… “Dios”… Eres tú.