Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

El Libro Blanco de la Masonería: (Parte dieciocho: El Estado perfecto)


¿La Masonería ha buscado parapetada tras los muros de la democracia el Estado Perfecto?. Pues… tal vez sí. Lo que es aspiración de exquisitez y refinamiento individual en el Ente Hombre debería de ser la aspiración de una sociedad humana libre, justa, e igualitaria en auténtica hermandad. ¿La masonería tiene entronques marxistas?. Radicalmente no. He conocido muchos hermanos… cada uno de su padre y de su madre. Comunistas, socialistas, anarquistas, anarcosindicalistas, socialdemócratas, socialcristianos, liberales… e incluso de una extrema derecha nihilista pero que con absoluta pasión comulgaban con esa idea del propio Karl Marx en la que yo siempre he creído desde un cierto punto de vista ontológico de que Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo. Incluso hubo un tiempo en que creía en el materialismo metafísico un servidor más allá en lo personal de la “Tesis Once”. Me oponía frontalmente al idealismo de La Logia y a la discusión permanente en la búsqueda de la verdad y El Libre Albedrío en La Realidad Radical. Para aquellos a los que no sólo lo real era material… enfrentaba mi propia exploración del alma Humana con Mayúsculas. (Estaba errado, pero sólo en parte) No me bastaba ser considerado por algunos políticamente unas veces como marxista, y otras como social cristiano con tintes socialdemócratas, todo eso era puro vacío político de intelectualidad barata. A nivel individual buscaba otras cosas de la naturaleza que se explican únicamente en el cuerpo físico, en los elementos con sus factores y en los movimientos en el espacio y el tiempo. Algo trascendente no creado de la nada pero sin componentes de oscurantismo religioso. Congruente con la eternidad. Congruente con el caos de la sociedad sistémica, congruente con las regularidades de la gnosis científica… y lo encontré. Inspirado en los Hombres Ente… No es una paranoia postideológica pero Buda o Jesucristo tienen más de una esencia casi irreal marxista mecanicista, de materialistas metafísicos… que de tallas y esculturas votivas a las que orar por el perdón de los pecados, y la concesión arrebatada de unos deseos. ¡A.L.G.D.G.A.D.U.!.
En la búsqueda del estado perfecto he topado y discutido al amor del fuego de La Inteligencia y La razón con toda clase de animales políticos hombres de fe. Creyentes todos con sus perfiles ideológicos, ya fueran cristianos homosexuales socialistas… o, ateos de enraizada derecha de colmillo retorcido… ¡todos hermanos!. Desde obreraje de fontaneros falangistas camisas azules viejas peregrinas y muy decentes, hasta generales de raíz socialista casi precomunistoides sin salir del armario franquista. Todos buenos patriotas, honrados y cabales. Ahora todo eso se ha perdido. Las ideologías han sido laminadas por la estupidez del poder “temporal” por el poder, la fe precisa por la fe, y las ideas basadas en la realidad no objetiva ni reflexionada de lo inmediato. ¿Qué es eso de hacer lo qué diga Bruselas, lo qué dicten los mercados… lo mejor para tener gobierno al coste que sea?. ¿Qué locura es esa?. ¿Cuándo cojones hemos abandonado la sensibilidad por la jactancia y vanagloria limítrofe a la estupidez?. Ahora todo son intereses poco claros, y gente vendida por un justiprecio. Gente sin recato que “justifica” como se pasa de haber corrido delante de “los grises”, a correr en presente de indicativo detrás de neoizquierdistas como auténticos perros antidisturbios de la palabra por patriotismo y responsabilidad. Tras los muros de éste estado perfecto de masonería imperfecta convertida en mercadillo de chamarileros y quincalleros sin nada que ofrecer están diminutos líderes esclavos, encadenados a otros cabecillas esclavos… y así adalid "consecuente" tras gobernante corrompido, general tras cacique local o global… y la cadena es tan extensamente inconsciente que ha perdido la cabeza y el final. Nadie la dirige. Sólo toma decisiones. Trae La Guerra ideada a sus propias puertas, y asustado el “encadenamiento” por piezas sueltas sin respuesta coordinada contraataca con más furia y recursos al enemigo propio. Todo envuelto en el papel de plata de una sociedad civil ignorante de titulitis absurdas empeñadas en un rol de falsa estabilidad. Democracias orgánicas perfectas. Un sueño sin dictadores eternos ni simbologías, una realidad aparente y transitoria de que todo tiene un orden establecido. Resuelvo: ¿La Masonería ha buscado parapetada tras los muros de la democracia el Estado Perfecto?. Pues… tal vez… ¡noooo!. Somos subproductos democráticos. Votamos partitocracia… Plutocracia villana de eslabones ricos que aplastan a una ciudadanía empobrecida y maniatada por influjos adquiridos.