Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

Las sombras de la humanidad


Hace un momento he oído que Albacete es el Nueva York de La Mancha, y el lujo "un mal necesario"... Mmmm... Rock and roll... De vez en cuando la oscuridad, las sombras de la humanidad, tienen sus campos de luz visible y ello resulta talmente desolador… Cuando se habla de que se han rescatado a 12.000 seres humanos en 48 horas en el mediterráneo no se dice que más de cuatro mil personas han muerto en sus aguas posiblemente en éste 2.016, y seguramente son cifras que se quedarán cortísimas. Ni se comenta que éste tráfico de seres humanos genera unos beneficios anuales de 5.000 millones de euros, o que 500.000 de niños han recurrido a los servicios de las mafias traficantes y que más de 100.000 viajan sólos… Estamos hablando del viaje terrible al mundo feliz europeo de la explotación laboral y sexual entre manolos y versaces, del viaje terrible a la nueva esclavitud del siglo XXI, la del desarraigo más desolador. Para estás “gentes” no hay opciones ni ayudas psicológicas ni de compras compulsivas que valgan… las “elecciones” de supervivencia son pocas, (tres, únicamente) simples, y espantosas: Una: Morir en la guerra. Dos: Morir en el mar, con un poco de suerte… Tres: Morir a manos de los traficantes, llegados a suelo europeo donde encontrarán el rechazo de nuestras acogedoras sociedades de fascistas con Audi que se autodenominan a si mismos… demócratas. El internamiento en campos de refugiados hacinados sin servicios básicos, es la condición de La Libertad que se impone a aquellos menores sin patria después de la huida… la misma Libertad bajo la que se bombardea su tierra para liberarla de la opresión que nos amenaza de un modo intangible y etéreo las más de las veces. Me hago una pregunta obvia: ¿Dónde está, dónde queda la humanidad?. Rescatada por la televisión y la vídeo-noticia. Por las imágenes tranquilizadoras de cómo se "salvan" a unos pocos de esos “miserables” refugiados en el Mediterráneo, hombres… mujeres, niños… bebés… Se echan lágrimas de cocodrilo e informativos de "Telediario", y la sociedad bienpensante respira aliviada. Hemos cumplido nuestro deber fraternal para con aquellos que sufren. Volvamos a lo que de verdad importa… por ejemplo en España… formar gobierno, ver como se descompone en una pelea de canallas a navajazos el Partido Socialista… contemplar los juicios de unos sinvergüenzas que quieren salir impunes después de décadas de latrocinio.
Nadie parece darse cuenta de a que “monstruo bicéfalo” nos estamos enfrentando. Afrontamos una pelea imposible con éste reto de supervivencia “humanista” rigurosamente perdido en mitad de una sociedad disoluta que se descompone sin más. Nos estamos enfrentando a la aniquilación completa de la humanidad… y con ello no me refiero a la destrucción de la especie humana, me refiero a la aniquilación de la civilización del hombre… a la desgracia de una decadencia "con" solución de continuidad. El Huracán Matthew ha pasado por Haití y ha dejado más de 300 muertos allí. Muchos hablarán de la furia destructora de la naturaleza como si esa fuera la causa de la perdida de esas vidas humanas de un modo tan absurdo… Tal vez si Naciones Unidas hubiera hecho algo por reconstruir el país caribeño después de unos cuantos años y millones de dólares más tarde de aquel terremoto que conmovió al mundo, en lugar de llevarse la solidaridad por el sumidero de la corrupción gran parte de esas muertes “desgraciadas” podrían haberse evitado. Y hablamos de Naciones Unidas, no de la trama Gürtel ni de los Eres de Andalucía… aunque todo es el mismo principio de putrefacción. Se les quitan los fondos a los cursos de formación para los parados con el fin de crear redes clientelares de voto, se dopa con dinero ilegal el "músculo" de un determinado partido político para que gane elecciones y recorte los servicios básicos de una sociedad para hacerla sumisa… Se deja un país cualquiera hundido sin ser reconstruido y a su población en la indigencia absoluta, por los siglos de los siglos sin amén. El “monstruo bicéfalo” al que presentamos batalla es El Dragón individualista de la condición humana. En una cabeza está el miedo sistémico de perder nuestro “european way of life”… (estilo de vida europeo) de mierda, añado… que ya se han llevado por delante los poderes financieros, políticos y voceras periodísticos comprados por los estados "soberanos". La otra cabeza es la misma sociedad temerosa y timorata de Dios es Cristo, que cree que mantiene su status quo de bienestar y alimenta a la bestia del capitalismo más salvaje y sin respuesta. Que piensa sin racionalizar y se cree la mentira podrida de que “el pobre”, “el refugiado”, “el inmigrante”, “el parado”… etcétera, son los culpables de la propia decadencia del sistema. ¡Giliiiipollas!. Son “pasto” para la picadora. Sólo es cuestión de tiempo que revienten, pero cuando lo hagan… buscarán otros “enemigos”, y esa es nuestra derrota. La de la oscuridad, la de las sombras de la humanidad.