Mi familia es la familia de la virtud. No
pertenezco a la familia del odio. No pertenezco a la familia del orgullo. No
pertenezco a la familia del honor con deshonor incluido. Mi familia, es la
familia de la humildad y la moralidad, no de la estrecha ética y la extraña
estética de una falsa perfección decorosa, decentemente moralista. Mis hermanos
son los hermanos de la integridad y la más digna honradez. Piedra dura suprema de una Lealtad inquebrantable a la Conciencia. No son mis hermanos aquellos que
odian a sus iguales. No son mis hermanos todos aquellos que se admiten
presuntuosos de los más rufianes actos y sus villanas consecuencias. Ni son mis
hermanos aquellos que el mínimo decoro invaden de vanidad, y pedantería. La
piedra que más perdura es la de la Suprema Libertad, la inconmovible
fraternidad de los iguales en entereza y rectitud… y, también virtud construida
en base a la Conciencia. Más en el seno de éste sistema podrido de corrupción,
en absoluta fermentación de idealismos seudoreligiosos, y “falsos” aprendizajes
descompuestos la virtud cimentada sobre la belleza, la grandeza y la fortaleza
del Ente Humano no viste bien esa “prenda simbólica” de la suma exquisitez como
apotegma de la perfección. Hoy no se buscan librepensadores en lo científico ni
en lo filosófico de ninguna manera. El virtuosismo se ha desechado por la
práctica de una inteligencia humana repetitiva de primates con la palabra total y
absolutamente memorizada y estética-estilísticamente agradable y agradecida. Me
resulta repugnante. Esa circunspección incondicional, esa mesura autoritaria a
lo bien visto… hablo de aquello que con el valor de las virtudes sociales da lustre y
esplendor a éste fango de realidad ilusoria. Sí… éste cenagal donde mandan los
protohombres que construyen pequeños paraísos tecnológicos de versatilidad
aparentemente irrefutable. Hombres presuntamente independientes tienen la
desvergüenza de llamarse a si mismos: Hombres Libres. ¡En manos de que canalla
humanista hemos caído!. No se puede proclamar entre las columnas de
S.A.P.I.E.N.T.I.A. la verdad después de haber echado por tierra la dignidad, la
virtud… De los pozos sin fondo de las más bajas pasiones humanas no se puede
venerar y erigir poderosos templos al Arquitecto ni después instruir en alegorías
de virtud.
Mi familia no es esa… no mientras la espada
empuñe y aferre todavía en la mano derecha y la lanza en la izquierda… Grabado
está en la metafísica y alegóricamente simbólica Escalera de Jacob la escarpada
ascensión a la Gran Cúpula de Éter. S.A.P.I.E.N.T.I.A. es aquello que susurra
el viento frío en la noche invernal, la corteza del árbol que has abrazado sin
saber porque… S.A.P.I.E.N.T.I.A. eres tú cuando tu Máxima Conciencia es elevada
lejos de ésta ciénaga… Desde el ara que se eleva entre los cuadros blancos y
negros el fuego que arde en mi yo prismático de tres simples luces me hace ver
con humildad que todo está calmo. Que los pares opuestos están en agradable
equilibrio. Y dictar el mayor secreto que hay: Jamás hemos de exaltarnos por los
éxitos, ni hundirnos por el mayor de los fracasos. Dios Arquitecto desde su
taller universal engrasa bien ese eje de fuerza que va de arriba abajo,
descendente ascendente, entre la tierra y el cielo. El Axis que fusionan el
cuadrángulo de la tierra que es la escuadra, con su complemento cósmico, hecho
círculo a través del compás. El verbo es la espada flamígera de Galileo, la
palabra divina de Newton… hablo del ángulo de la materia trazado en soga por
tantos y tantas. Un ángulo en el cual dos líneas distintas parten de un punto que es La Memoria del compás de nuestro Pensamiento. Cuanto más se alejan las
líneas de su origen más pura es La Inteligencia, más igualitaria La Libertad de
unir a los hermanos. Ya no hay templos. No importa ese punto central del Oriente
ni el E.S.T.E. La dualidad del Ente Humano: Espíritu y materia, “Materia”, y
Energía… permanece eternamente. ¡Esa!... Esa es mi familia. Ese punto central
del orden verdadero, el E.S.T.E., el universo de la verdad, de la realidad… el
punto central del compás donde lo superior se funde con lo inferior y queda una
misma Realidad Radical: S.A.P.I.E.N.T.I.A. Los oscurantistas cristianos lo
llaman el "verboooo" hecho carne… ¡Será carne de zombie!. Yo lo llamo Hombre Libre. Espíritu
entrelazado con la Gran Humanidad con Mayúsculas, La Tierra y sus criaturas
vivas… ¡Todas!. La escuadra no es lo inverso del compás, únicamente ese
complemento “análogo”. Un punto central hacia el hombre abajo, dos… una
dualidad mística filosófico-gnóstica hacia arriba. El Ente Humano puede ser
dominado por El Arquitecto, pero La Obra de la Piedra tiene Libre Albedrío.
S.A.P.I.E.N.T.I.A. Virtud y Razón. VIRTUS UTEM. Es el poder de todas las
causas, la capacidad de todos los elementos… El dinamismo del conocimiento…