¿Cuántas cosas nos son propias?. Demasiadas.
¿De cuántas cosas nos apropiamos para considerarnos aquello que nos da la
naturaleza de nuestro propio ser?. Demasiadas… ¿Cuántos objetos innecesarios,
cuántos personajes extravagantes nos rodean… cuántas palabras, cuántos
pensamientos negativos, cuánto posees que te define como crees que eres… en
lugar de cómo verdaderamente te sientes qué eres?. Hay quien verá circunloquios
en éstas palabras… ¿vale?. Un rodeo inútil para no decir nada… ¿vale?. No somos
nadie por aquello que somos, sólo la apariencia de un ser. No consideramos un ente
que vive en nuestro mismo lugar, se mueve con nosotros, tiene miedo y al mismo
tiempo es temerario. Me aburre pensar que está todo dicho cuando no se dice
nada, cuando se calla porque un vacío de estupidez lo cubre todo… porque se
piensa que la verdad es esa manta de retales que cubre lo que verdaderamente
es… La verdad es que la humanidad está tan necesitada de encontrar un eje
vertebrador de su inconsciencia. De la mentira de seguir hacia adelante sea
como sea, y del modo que sea. ¿Cuál es el fundamento de la vida?: ¿Acumular
riquezas, o acumular conocimientos?... Pues bien… unos dirán que X…. y otros,
Y… Algunos supersabios valorarán la posibilidad de un balance compensado de XY…
¿Y la verdad?... La verdad, es que no hay verdad. El fundamento de la vida es
ganar una Conciencia. De modo que me hago la primera pregunta: ¿Cuántas cosas
nos son propias?... Pues, sólo y únicamente la Conciencia. Ni la camiseta que
llevo puesta, ni el pantalón de pijama que me cubre mientras escribo esto, ni
los calzoncillos… ni tan siquiera las zapatillas que cubren mis pies son
elementos propios de mí… puede que ni tan siquiera partes de mi cabeza que
siento ahora mismo palpitar de dolor. Ni el hecho de escribir y el hecho de
pensar en lo que escribo, interactuar, intentar mostrar una verdad… me
convierte en un Ente Inteligente, sólo soy… un grano de arena interrogándose
sobre La Memoria en la Gran y lejana playa del Constructor… aquí mismo… a la
vuelta de la esquina. En la soledad de La Conciencia. Bajo el Sol, y las
estrellas. Observando la necedad por ser en mis hermanos, en lugar de la gloria
por entender en que consiste estar y, sobre todo… entender…
… entender, en que determina ésta soledad el
participar de la vida misma. Y entonces la segunda pregunta tiene una respuesta
obvia… Os recuerdo la pregunta: ¿De cuántas cosas nos apropiamos para
considerarnos aquello que nos da la naturaleza de nuestro propio ser?. Si nos
define como seres humanos la ropa que usamos, el coche que poseemos, la casa
que tenemos, aquello que comemos, los libros que leemos, los programas de
televisión, el cine, las series que vemos, el trabajo que laboramos, los
estudios que emprendimos y aquello que aprendemos, las personas que conocemos,
incluso nuestro propio perro… cualquier cosa, que creemos parte de nosotros
mismos… que hemos hecho nuestro… ¿Ese, “batiburrillo con etcéteras” nos define
como entes y a nuestra Conciencia?. Ah, El Juego de la vida… La Voluntad de la
Gran Humanidad, mi yo en su pequeña celda apagada ya hace demasiados eones… mis
partículas elementales, mis proteínas, las sustancias de mi propia
autodestrucción y las contraseñas humanísticas y matemáticas de mi
transustanciación. Mi Ente, Mi Conciencia… no es una camiseta que llevo puesta,
ni la suma de mis conocimientos, ni aquello que veo… con intención de hacerlo,
o al “descuido”… La Verdad, es participar de ésta ilusión general compartida
que no se alcanza en La Realidad Radical hasta comprender que lo que somos, no
es lo que nos define. Aquello en lo que creemos puede no ser lo que nos da
sentido de especie, aquello que nos guarda y no nos interesa puede ser el recio
muro del castillo de cristal que nos protege… Participar de la vida es la clave.
Ayudar y amar a tus hermanos es la única realidad viable. El egoísmo del hombre
es un callejón sin salida. No conduce a ninguna vía, ni viva ni muerta. ¿Por
qué luchar por ser… por poseer, por mirar desde arriba hacia abajo, si siempre
tendrás el Sol y la Luna sobre ti, el Universo entero riéndose en tu puta cara
de tu infinita y diminuta estupidez?. La carrera de tus deseos está perdida de
antemano… disfruta participar de la vida… amplia tu Conciencia hasta merecer el
regalo de vivir. No importa lo que sientas o creas ni lo que imagines, muy… muy
lejos, a la vuelta de la esquina… Dios Constructor del Universo cree en ti, sin
reciprocidad ni precisar religión ni fe que le veneres. Tú eres él… Tu
Conciencia. Tu consecuencia. Tu gnosis. Los hechos que te definen. Tu defensa…