Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

La “certeza” de lo barrido está bajo las alfombras


Vivimos tiempos convulsos, y lo que es infinitamente peor, hondamente globalizados para lo bueno y para lo malo. Nosotros consumimos manga nipón y los japoneses violencia occidental en versión original sin subtítulos. Un trastornado de Kanagawa puede haberse sentido inspirado por el joven que sembró el pánico en Alemania… y mañana, o ayer a un despistado con el Pokemon GO le atropella un autobús en Medina de Ríoseco, Provincia de Valladolid. Sé que no es de recibo hacer bromas que pueden resultar tan dolorosas con cosas tan serias como son las vidas de esos discapacitados a los que un demente ha asesinado, pero me molesta infinitamente mucho más ver el juego de trileros que la prensa aburrida y canallesca, y en general la humanidad entera hace de la propia existencia per se. ¿Qué hace diferente la vida o la muerte, y el asesinato vil de esas personas que han muerto en Sagamihara de las qué revientan cada día en Irak, Afganistán o Siria?. ¿Por qué Pray for Japan, o Je suis Niza, y no pedir por el mundo y decir qué todos somos iguales?. Hace falta reírse de lo que está pasando hasta el punto de la irreverencia mordaz, porque si no esto es para llorar amargamente. Nada cambia en términos absolutos que los muertos que han sido acuchillados por ese desequilibrado sean incapacitados de cualquier signo, o niños, mujeres, sirios, alemanes… o, políticos… ¡bueno!, si hubieran sido políticos… ¡Es broma!. Toda vida humana es preciosa… pero… se tiene que hacer lo que se tiene que hacer. Ser justos. Uno sabe de mercenarios españoles medioskinheads ex-paracas que se van a las zonas de campeo de Estado Islámico a hacer ojeo de la perdiz yihadista y darle gusto al gatillo, y piensa eso de amor con amor se paga, y no es así. No hay en esto quien ponga un punto de mesura y razón… únicamente las “cabezas calientes”. Una escalada general.
Quizás vivimos tiempos convulsos porque se ha perdido la ética de la reflexión y la moral del conocimiento. O todo el "campibiri", en lugar de orégano... es de marihuana, y andamos "to' loooocos", ¿quién lo sabe?. Porque para el personal parece que sólo existe el presente éste de vivir en modo velocidad de curvatura luz, en mitad de una tormenta que no cesa. Nos hacen creer que la situación política, la situación mundial, la situación “humana”… es devastadora… cuando en realidad la humanidad está expirando desde hace ya demasiado tiempo. Somos zombis de la realidad ilusoria y en el contexto de los acontecimiento presentes y relevantes ni nos hemos dado cuenta de nuestra degradación. Tal vez por que los muertos que matamos… gozan de buena salud… y son las emociones y la inocencia propia. Quizás una propia parte del hombre está turbada por todo ello. Y sea por eso mismo que hartos de tanto dolor algunos huyen hacia adelante sin preocuparse por el prójimo de igual manera. La ciencia está en manos de sádicos militaristas, la religión en manos de fanáticos ignorantes, y en medio está una pequeña humanidad nuestra de cada día que levanta muros de Facebook con tropecientas mil chorradas, perfiles de lo last en Twitter, se perfila la pestaña vacacional en Instagram… los mismos tontos del culo que hoy felicitan calurosamente el Día del Abuelo, mañana celebrarán el Día Internacional del Perro Callejero. Hace siete días la fuerza aérea francesa sobre una pequeña localidad en el norte de Siria se cobró la vida de 164 personas en represalia por lo sucedido en Niza en una acción de “castigo”… pero calcularon mal el golpe, querían joder al Daesh… y únicamente lo que consiguieron fue el asesinato cruel y despiadado de unos pobres civiles, ancianos, mujeres y niños provenientes de Tokhar. Ningún Je suis… nada, ningún Pray para ellos. La “certeza” de lo barrido está bajo las alfombras.