Hoy se va a escenificar de nuevo en el Congreso
de los Diputados la payasada, cuando ya sabemos que la democracia española
murió el 15-M. La transición democrática que parecía la promesa de una
democracia, tan sólo fue la “transición” de las élites franquistas y económicas
para ser aceptadas a nivel europeo, institucionalmente. Alguien pensó que el
nivel de desarrollo social, el poder de consumir, montar un paripé de
“reconciliación” nacional, la renuncia al olvido… el miedo y el hambre, poder
ver al hijo del obrero en la universidad… daría votos a un fascismo bipolar
derecha-izquierda. O mejor dicho, una imposición del mundo libre, y los EE.UU. "blancos" de Norteamérica... del tipo republicano-demócrata. Para los que sean
suficientemente mayores, quizás no esté de más recordarles aquello de “OTAN, de
entrada NO”. ¡Bueno!... pues hoy 19 de julio se “representa” en el Gran Teatro
de la Democracia, de nuevo la “payasada”. Esa bufonada que en Sol, la plaza, se
tomó conciencia de lo que representaba. El miedo de los que continúan en el
mando, al pueblo que aspira a ser una sociedad libre, laica, culta y sobre
todo, soberana. Los que entonces llamaban en aquellos días “perroflautas” al
personal con ansia de rebelarse contra el sistema perfectamente inmovilista y
democrático, son los mismos, los "mismicos" exactamente los mismos, que sacan a Venezuela del
armario cuando es menester, y culpan a los mismos, los mismos que todos
sabemos… de ser poco menos que Satanás agitando su rabo… "mismamente". Cuando enormes puertas
giratorias llevan a los ex-presidentes de sus sillones de gobierno a los
consejos de administración de las grandes empresas del IBEX, y no nos
cuestionamos nuestro voto por las viejas formaciones que los encumbraron y
presumen de querer cambiar el estado de las cosas… nosotros también somos:
Franquismo sociológico… mal que nos pese. Mal que nos pese... que la policia casca tollinas a cascoporro hoy como en los mejores tiempos del blanco y negro, casi... gris.
Y el PSOE ha sido colaboracionista, y
cooperador necesario en toda ésta “mentira” democrática. Su “cal viva” es el
dinero. Desde el minuto uno del partido, con la UCD… luego con el Partido
“Socialista”, y después con el Partido Popular… La Iglesia, por ejemplo, ha seguido con sus
privilegios “antidemocráticos”; ya no es que pague o no el IBI… eso es “pecata
minuta”, ¡y menuda, pecata minuta!... es que se la financia con fondos públicos
como cuando iban esos grajos “bajo palio”, y encima tienen la desFACHAtez de “continuar”
adoctrinando al gentío timorato y estúpido a carta cabal. Con tanto ateo de
razón que va presumiendo de ello... y no son otra cosa que parroquianos fieles izquierdistas de un régimen solariego y medieval de conversión intelectual político-social. Cual la derecha follarina. Ay... donde todos creen que sus licenciaturas les dan vertebración “republicana”, cuando no son
otra cosa que labriegos "radicales" sin K que de vez en cuando los pobres sufragan como follan…
poco… con extra de baja intensidad ética y doble moral. ¿Qué clase de país tenemos
qué en ochenta años ni hemos podido elegir al Jefe del Estado ni se sabe donde
están más de 100.000 desaparecidos a los que se hizo callar de igual modo en
“la paz de la dictadura”, como en “la ignominia de la libertad”?. ¿Y nosotros…
vamos a dar lecciones de cómo hacer las cosas a La Francia que vota Le Pen, a hablar de la
“calidad democrática de Turquía”… a llamar loco peligroso a Donald Trump?... Que cuajo... cuando
somos una sociedad sin una pizca de vergüenza torera que se acostó fascista un
día, y “presume” de ser libre y “constitucional”, a la mañana siguiente. Pues
eso: ¡No tenemos vergüenza, coño!. Y además, nos va la marcha. Que no traten como
esclavos, que nos quiten ahora los huesos de la cena de perros que nos
concedieron los amos… que nos “recorten” libertades casi ya totalmente
desaparecidas, por amenazas fluctuantes y aleatorias que hacen pasar por imperiosa necesidad.
La conspiración democrática, es la peor de todas nuestras autoconspiraciones.
Es el autoengaño. Hoy otra vez más… se abre el circo.