La vida se hace de pequeños placeres.
Delectaciones mágicas de madrugada de insomnio con el ventilador dando ráfagas
de fruición y aire fresquito junto a un vaso de agua limpia, fresca y clara.
Para que precisa más un mortal. Empeñar un valioso segundo de tiempo en
reflexionar sobre las ansias de poder, y los problemas del mundo es demasiado…
irrelevante. Sobre todo cuando ves sólo dos tipos de seres humanos conformando
el 99,99% de la pequeña humanidad que juega a ser parte de la gris comedia sistémica
que llamamos Sociedad: Y que son, a saber: Los gilipollas, y los hijos de puta.
Tocamos a 1.000 o hasta puede que… 2.000 gilipollas, por cada hijo de puta… así
que cada cual calcule los porcentajes. Y se sitúe allá donde su conciencia le deje…
Pero definamos que es un gilipollas. Pondré un ejemplo tangencial… Mi padre que
era un facha redomado, solía decir que cuando en tiempos de la dictadura la
policía se llevaba a alguien preso… era porque “algo habría hecho” esa persona.
Obviamente, a pesar de la beatería de mi abuela… era un hijo de puta. ¡Y
también, un gilipollas!. Y digo yo que por el genoma… algo me tocará de él, a mí
también… pero esa… es, otra historia. Que decir de un país donde ganan las
elecciones los más ladrones, los más embusteros, los más miserables… y les
votan los más decentes, los más honestos, los más puros… los más gilipollas, y
los más hijos de puta. En Alemania un político dimite por copiar la tesis
doctoral, en España mañana Rajoy sacará mayoría absoluta en unas terceras
elecciones si se come a un bebé en directo en El Hormiguero. Lo divertido es
oír a toda esa gente, incluso de extrema derecha, que piensa que Donald Trump
es un peligro para el mal llamado “Mundo Libre”, y no ve la viga y el pajote en
el ojo propio. No ve el destrozo social que ha causado el Partido Popular, La
canalla teledirigida por los poderes financieros y económicos que mangonea en el
PSOE y a Ciudadanos, y tiene verdadero miedo a salir de la mierda, y verse tal
como son…
Gilipollas son todos esos que siguen el hashtag #TodosSomosLeoMessi, hijos de puta los directivos del
Barça… gilipollas son los que creen que el argentino seguirá en el club
blaugrana… los que hoy irán con Ronaldo en la Final de la Euro, los que creen
que el PSOE no facilitará la investidura de Rajoy… seguro que no ven el
Sálvame… y leen a Dostoievski de diario, pero cagan igual que los que afinan
sus conocimientos deportivos con el Marca. Porque en España, los hijos de puta
recortan en aire acondicionado en los hospitales, y gilipollas se abstienen de
votar, o sufragan en su condición de intelectuales del “obreraje” de frigorías
y tupperware el ventilador de su pariente enfermo. Ésta es la España del
reyezuelo imberbe y gilipollas que pierde el culo yendo a recibir al negro
Obama, soberano mundial… La España del “a ojo de buen cubero”, “a falta de pan
buenas son tortas”, “a vivir que son dos días”, "a palabras necias, oídos
sordos”, “al perro flaco todo son pulgas”, “cada maestrillo tiene su librillo”,
“cuando seas padre, comerás huevos”, “Dios los cría y ellos se juntan”, “no
está el horno para bollos”, “uno por el otro y la casa sin barrer”… ¡pues,
eso!... 2.000 gilipollas, un hijo de puta. ¡El fútbol es así!, el mismo perro
con diferente collar. Es el decir… ésta es la España de estar, hecho un Cristo,
un flan, un trapo… para mojar pan, patas arriba, piripi… De estar… ¡Hasta los
cojones!. Por donde siempre “ha pasado un ángel”, “se hacen buenas migas”, “a
toche y moche”… “se habla por los codos”… y, “hasta el rabo todo es toro”. Mas
en el vaso el agua sigue limpia, fresca y clara. El ventilador recién adquirido
haciendo llevadero el caluroso y pegajoso insomnio… la vida que se hace de los
pequeños placeres, en tanto en cuanto los problemas del ancho mundo son demasiado…
irrelevantes. Aunque, “el mundo sea un pañuelo” en donde el personal gilipollas
e hijos de puta se dan “hondonadas de hostias”. “Hoy por ti y mañana por mi”. “Pues
la esperanza siempre es lo último que se pierde”, cuando “la gota colmó el
vaso… y “llueve sobre mojado” bite nocturno.