De momento no hay comprensiones ni emanaciones... Sefirot espera, los veintidós caminos... las esferas... Rock and roll: Dicen que el signo de la Virgen es muy parecido
al de la masonería con el compás y la escuadra… así como entre dos columnas.
Una M o una W invertida… Cada cual ve lo que quiere ver… Moais extraordinarios,
incluso a Satanás enseñando el puto rabo. El submundo del simbolismo masón es tan
amplio como los hermanos han aprendido a conocer el Universo de las ideas y el
conocimiento. De las reglas del ajedrez al Tao, Desde la cruz al arcano reino
del simbolismo celta. Los emblemas e insignias nos hablan de discernimientos y
condonaciones. Pero también, de intuiciones sobre cuales son los senderos adecuados para conocer el modo en que las cosas suceden en el devenir natural de
la creación. Pues el infinito, y el caos, son parte del “mago” factótum universal.
Dios Arquitecto del Universo no juega tampoco a los dados. La construcción del
orden temporal es una cuestión de medidas y leyes mesuradas. Comprender que hay
todo un mandato “divino” que rige el orbe humano y que se llama ciencia. Que se
puede volver oscurantista, pero no por voluntad divina como aquellos que se lo
montan “divinamente”… en el caso de la masonería la voluntad “divina”, viene a
ser omnipotente, y poderosa en las conclusiones emanadas de la omnisciencia, la
erudición, la sabiduría. La Gnosis de todo el Todo. Y por debajo de ello, nada
existe. Sólo un gobierno y dominio absoluto de la Conciencia. El ser libres
para servir a la Humanidad y conocer que los hombres y su límite llegan más
allá de las metas y las fronteras que les marcan el mar, las montañas y el
cielo sobre sus pequeñas cabezas, sueños y esperanzas. El cielo jamás es el
límite, ni la “Virgen” como concepto matriarcal de madre tierra, diosa de la
abundancia… principio del Primer Templo. Me aburre entender el “simbolismo”
geometriota, al modo de un distintivo de culto vano.
Así, es como se comienzan ha hacer esclavos en
lugar de Entes Libres, y El Libre Albedrío y La Realidad Radical queda reducida
a una sonata de estío cualquiera, como la ésta noche. Se han ordenado subrepticiamente
tantos “maestros”, como mentiras de “culto”. De ese cainita modo es como
surgieron las reglas y las religiones, cuando se envenenaron los hombres de
orgullo, de prejuicios, de poder temporal y soberbia y encontraron esa primera
piedra filosofal en la que encadenar a sus hermanos en la superstición y la
oscuridad. Ningún Dios ordenó jamás venerarle, orarle, creerle… o inclinarse
ante sus sacerdocios… si no simple y llanamente, amarle… el resto es pura
falsedad e idolatría hipócrita. Cristiana, hebrea, hinduista, taoista, ya sea
de musulmanes creyentes en el profeta… o ateos diptongos de cualquier filosofía
creyentes en un buen par de tetas. Los que creen en el dinero como Dios Único,
en el socialismo, el consumismo, en el militarismo, el feminismo, o en cualquier
otro “ismo” de estrecho istmo… están también cordialmente invitados a disfrutar
de los placeres de la estupidez hecha fe… de ratas. Creer en Dios como icono, o
un diablo cualquiera… Siglos y siglos de creencias “radicales” dan para toda
suerte de edades medias del pavo, con sus granitos de hormonas y pubertad
mística. Entre el ancla y el mazo el anciano marinero navega más allá de las
columnas adentrándose en el territorio de lo desconocido. Lo primero es
entender el círculo… después llamar a los hermanos, más tarde entregar las
llaves de la puerta del Infierno Azul y helado, las armas y el abrazo… y tal
vez, y únicamente tal vez, los dignos… los limpios de Mente, Memoria, y
Pensamiento… sentirán la llamada de la verdadera justicia, y serán contemplados
como Maestros. La Puerta Roja es pequeña… bajo la lluvia, estamos esperando
siempre. La corona, Metatrón cimbel, Hod gloria y majestad Miguel, severidad y benevolencia.