Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

Ventajas tácticas y el juego de Dios


Hace unas horas Mark Zuckerberg vestido como un clon de Albert Rivera de Primera Comunión, el baranda de Facebook y sus mil regates humanos para que se sepa mejor... regalaba un dron al Papa Francisco. En fin: Rock and roll: Los neutrinos son una puñetera partícula elemental de la familia de los fermiones. Sabemos que tienen una masa muy, muy pequeña… y lo que los hace tan especiales es que son antimateria al tiempo que materia. Quizás por ello está en la naturaleza de los neutrinos ser auténticos sumideros de energía. Como sucede en su provocar en las supernovas la expulsión de la mayoría de la masa al medio interestelar. Y el peligro está en jugar entre los hombres con esa parte de la materia concentrada en xenón que se convierte en luz y energía cinética. Como en ese tapiz de fondo que dejó el Big Bang queda un salvapantallas de neutrinos en el Universo desperdigado por toda su supergravedad que se expande sin final. La tinta indeleble del núcleo de todas las estrellas. La protección de las radiaciones poderosas de miles de soles, el secreto de la luz y el calor que juega con las proteínas básicas de la vida. El equilibrio del Caos cósmico permanente ordenado de una manera aun incomprensible. Los neutrinos seguramente sean el caldo primigenio y elaborado donde cuece desde hace eones la materia oscura que sujeta todo el Universo, toda la Creación Total. Las estructuras galácticas que observamos con sus miles de soles que proporcionan a los diferentes mundos y planetas las posibilidades de que exista vida inteligente en ellos preguntándose si hay un determinado origen y principio de todas las cosas quizás sea causalidad de éstas pequeñísimas partículas elementales. Porque quizás sean los propios neutrinos los culpables de la veloz expansión de un tejido estelar aun inacabado de materia oscura que empuja a las galaxias con sus núcleos gravitacionales de agujeros negros masivos hasta los más lejanos confines de la nada y el vacío. Tal vez ésta partícula no sea la base de la materia oscura, pero si la responsable de sus pequeños actos de rebelión supergravitacional en éste Universo plenamente activo. El regalo al Sumo Pontífice de un dron que funciona con energía solar es una ironía demasiado hilarante para dejarla pasar sin más... Puro sarcasmo. 
Esa gente que hace cálculos infinitos sobre las posibilidades de probar los hechos más trascendentes de los orígenes humanos tal vez no tiene en cuenta que juega con la propia existencia humana tratando de atrapar la verdad en una sempiterna travesura del poder omnipresente del Universo. Tal vez el divertimento de meter y sacar a Dios de la ecuación sea como esa mano que echa a rodar la peonza y se queda mirando durante un milisegundo de niñez arrebatada el poderoso y enigmático girar de ese objeto que como materia inanimada pasa a algo violento y sorprendente. Una cuerda provoca con una estruendosa sacudida La Gran explosión y pinta de cien mil trillones de trillones de partículas diferentes un lienzo de colores sobre la nada absoluta. Es una historia de tiempo sobre todo. Tiempo en una magnitud cuasi infinita… pero tiempo con final y resultado, aunque aun estemos acelerando hacia un lugar y unas circunstancias desconocidas. ¡Qué importa!. Ahora tenemos las máquinas, y los estudios… los elementos y las teorías para desenmascarar a Dios, lo que quizás nos pierda es que no tenemos a ningún Dios que desenmascarar. Y somos víctimas de nuestras ambiciones de poder intelectual. Con todos los elementos y gases ordenados, con las instalaciones preparadas, con las partículas más elementales listas para estudiar en las situaciones y entornos adecuados. Damos a la razón carta de naturaleza cabal con los más peligrosos de los propósitos. Rompemos el equilibrio para abrir un agujero en el espacio financiado por la ambición humana. Llamémoslo neutrinos. Creemos conocer los procesos de producción energética del Sol por haber capturado en asépticos entornos los rebotes de la materia en vacíos experimentales y artificiales bajo la égida de elementos y gases determinados. ¡Joder!... somos jodidos alquimistas medievales con batas blancas e inmaculadas chulísimas, y miles de datos que sondear. Me aterroriza que tras la última frontera siempre está el caqui buscando ventajas tácticas al hadrón y no el dron. Es el juego que se trae Dios entre manos.