Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

El español siempre está orgulloso de ser gilipollas


Un breve preámbulo: Gilipollas no lleva tilde, pero se acentúa con el paso del tiempo... que dijo el clásico anónimo, y estaba cargado de futuro... Va de tópicos. Lo de los tópicos es un sambenito. Antes a España se la reconocía fuera por los toros, la paella, la sangría, la fiesta y la siesta… ellos eran todos toreros y ellas… todas folclóricas en traje de lunares, y luces, respectivamente. Tenía, hasta su gracia, arsa y olé. Hoy la Corrupción es el tópico español, la genuina Marca España. Y la imagen del español, muy español... y mucho español, que dice el tarado que todos sabemos, es la de un tipo barrigudo y cervecero que va del sofá a fiesta y de la fiesta al sofá, impuntual y que cuando el resto del mundo trabaja él desayuna y cuando en el resto de Europa se termina de trabajar sale a comer. Y algo de razón lleva el tópico. Spain is different. Tenemos un Presidente idiota, y eso se nota en la consideración que merecemos en el exterior, la de un país de camareros medio gilipollas que sólo saben de fútbol, sin demasiada educación y con tendencia a gritar como energúmenos. Si en Berlín, París o Londres ven un grupo de gente berreando en una plaza, pub, mercado o café, lo primero que piensan es: Son españoles. Ya seas de Madrid, Murcia, Errentería o Badalona, tengas hecho diferencial propio, o no. ¡Español, tiene que ser!. Se abrazan hasta con las farolas… Y es que mientras los ingleses, los alemanes o los norteamericanos se saludan dándose la mano con firmeza, siempre llega el españolazo de rigor a plantar dos besarramacacos a la guiri que no conoce de nada como si fuera su prima y se queda tan ancho. Y vuelta al grito: Ingrid, princesaaaa… ¿Cómo anda tu madre?. ¡Semos asín!. Y luego queremos que nos tomen en serio. Presidir el Consejo de Europa o La NATO, el FMI, estar en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas… etcétera… Con nuestro nivel de ingles. A un español, lo más que se le puede dejar que dirija es una conga en un bodorrio de provincias, o como mucho… como mucho… la gerencia de urbanismo de un ayuntamiento serrano donde coloque primos y sobrinaje a cascoporro fascista, ¡y a trincar!.
Y así está vertebrada España. Ni el andaluz es vago, ni el madrileño chulo ni el catalán tacaño… lo nuestro es el sistémico hecho diferencial nacional y tópico de la corrupción. De dar abrazos a todo Dios, y el elogio de la amistad… La cultura del cafelito. Cuando el café es lo de menos… y vendemos el gin tonic con filigrana y la caña al por mayor con absolute yespitinglish y ese acento inglés jaguaryuuuu... que parecemos que estamos dando toma camboya fina de la buena en una línea caliente… ¡No tenemos termino medio!. Yo prefiero mi inglés vallecano a parecer una furcia de Leganitos. Y no hay más tu tía… en Europa comen en quince minutos, que es lo que tarda un español en desenrollar la servilleta en éste país sede la Organización Internacional del Balconing. Donde tu le das a un alcalde una comisión de tres por ciento y te levanta tres rascacielos en mitad de un secarral de La Mancha y se queda tan ancho con los andamios puestos hasta se caigan recortando silueta en el horizonte junto al Toro de Osborne. Y el personal orgulloso de ser así de gilipollas, porque el español siempre está orgulloso de ser gilipollas. Si fuera menos idiota y más práctico, menos soplapollas y más rentabilista, seguramente utilizaría sus recursos intelectuales para mejorar colectivamente y no para dedicarse a tocar los huevos… así, en colectivo. Por eso tenemos el país que tenemos, y el gobierno que nos merecemos, ¡por gilipollas... y orgullosos de serlo!. Por primar el analfabetismo sobre el conocimiento y la barbarie de la superstición sobre la civilización. Pero si hasta de la Semana Santa, éste país de franquismo sociológico y mojigatería vacacional, tabernaria y cofrade… hace procesionamiento de borrachera y devoción con su peineta y su imaginería del KKK. Esto es España, que mutó del botijo con aguanís a la litrona, de la flamenca sobre la televisión a Belén Esteban dentro del plasma… de Paco Martínez Soria, a Albert Rivera… y de Naranjito… a los “naranjismos” influencers.