Que aun a día de hoy haya gente que se empeñe
en creer que vive en la edad media resultaría fascinante si no fuera porque los
muy hijos de la grandísima puta matan y mueren por supersticiones estúpidas y
oscurantismo cristiano-fascista, o yihadista. Españoles que se van a hacer la
cruzada a Irak, con el cerebro maltratado de odio pronazi y antimusulmán con
cierta formación militar combaten a españoles de segunda y tercera generación
árabes que se han creído el cuento de Alí Babá y las cuarenta huries de grandes
ojos negros del paraíso jannat que se inventó como soborno el profeta Muhammad.
Tiene su gracia no se crean. Unos luchan por los sagrados “derechos”-desechos
excrementales de obispos como Monseñor Cañizares, protector de curillas pedófilos
y azote de gays, y gentuza semejante, y los hay en el lado adversario… genuinos
retardados mentales, que de igual manera combaten contra el dominio de la
hembra satánica, contra el mariconeo islámico, y por devolver Al-Andalus al
siglo XIII. La retórica católico-fascista contra el islam, y la panárabe
radical, es exactamente la misma, casi cristalinamente idéntica como dos gotas
de agua. De un machismo repugnante. Unos empeñados en poner burkas a las
mujeres, y el facherío cadenas a la lavadora de la fémina hispana con marchamo
de puta roja… Unos arrojan a los gays de las azoteas de los edificios para
verlos planear con la pluma propia… y los “novios de la muerte” y del bate son más de
la paliza al lomo del marica azuzados por el sacerdocio que ve el Imperio
Sarasa por todos lados con Death Vader de rosa locaza llamando a las puertas de
la Conferencia Episcopal. Teniendo cojones que a finales del siglo XXI te
puedan demandar por injurias contra la fe católica como se quemaban herejes
hace cuatro siglos por decir que la tierra gira alrededor del Sol. O por llamar
algo más que guapos a los Jefes del Estado elegidos per se histórico, por un
asesino.
Claro que habiendo cretinos que creen en
palomas, vírgenes que condecorar, cristos que pasear y besar el callo icónico y
pinturero, mantras oratorios que recitar en rosario o tallas madereras que
alabar, que puedes esperar después si no que la recua vote en masa a “subnormales”
políticos muy españoles y mucho español… y que confundan la reclamación de
derechos por la satanización del cuerpo de la mujer. Por que el aborto no
debería ser una Cuestión de Estado, ni una cuestión de la moral religiosa de La
Iglesia… si no de la integridad personal del individuo. En éste caso la mujer. Y
como ese ejemplo de intrusismo en la virtud personal, cientos. Que importa por
donde encuentre placer y deleite cada hijo de vecino ya mayor de edad y con
pelos en los huevos… si se llama Paco, o Casimiro, y quiere llevar chándal de
Carrefour con tacón de aguja. A los romeros que van al Rocío y a Bertín Osborne
les jode cantidad que se hable de los cientos de caballos que se revientan
camino de la aldea durante la romería cada año. Los que se ahogan en el Río
Quema pasando el vado. Los que revientan a latigazos los “buenos” hermanos
cofrades bien perfumados de manzanilla y fino. De que apaleen mariquitas por la
Calle de la Princesa de Madrid, cero objeciones. Y sí… ¡todos tienen amigos
gays!. Como masón, creo en La Libertad. No hay ideal más grande ni excelso.
Creo en La Hermandad de los hombres sin diferencias de clase, y en La Igualdad de toda
la Humanidad. Y esos principios significan defender las ideas de los demás
aunque no las compartas. El derecho al aborto, a la libertad sexual, el derecho
de Pensamiento, de las creencias… Luchar por el conocimiento con la razón
contra la apología de la barbarie. Lo malo es que los bárbaros… la salvaje
hueste ignorante que se masifica orgullosa e indocta siempre tiene el
argumentario de su propio bestialismo demagógico, cuando no sacan a pasear La
Patria, La Justicia, La Seguridad, El Orden, El Hogar… a Dios, y el “Imperio”
de la Ley.